Taylor Swift hace temblar Seattle

• Ciudad de México

Taylor Swift cantaba "Shake It Off" en una de sus presentaciones en Seattle y sus fans atendieron su llamado provocando actividad sísmica, equivalente a un terremoto de 2.3 grados de magnitud, según lo que la sismóloga Jackie Caplan Auerbach, dijo a CNN.

 "Obtuve los datos de las dos noches del concierto y rápidamente noté que era claramente el mismo patrón de señales. Si los superpongo uno encima del otro son casi idénticos", mencionó Caplan-Auerbach.

 También señaló que la tercera noche fue ligeramente diferente de las dos anteriores debido a que el espectáculo se retrasó 30 minutos.

 El fenómeno, apodado "Swift Quake", fue comparado con el "Beast Quake" de 2011, que tuvo lugar después de que el corredor de los Seattle Seahawks, Marshwan ´Beast Mode´ Lynch, anotara un touchdown que llevó a los fanáticos a estallar de emoción.

DEMUESTRAN SU FUERZA

 Ambos terremotos tienen una diferencia de magnitud de 0.3, pero la sismóloga explicó que el provocado por los ´swifties´, como se hacen llamar los fans de la intérprete de 33 años, fue más "fuerte".

"La principal diferencia es la duración del temblor. Animar después de un touchdown dura un par de segundos, pero eventualmente se apaga. Es mucho más aleatorio que un concierto. Para Taylor Swift recopilé alrededor de 10 horas de datos, donde el ritmo controlaba el comportamiento. La música, los altavoces, el ritmo, toda esa energía puede hundirse en el suelo y sacudirlo", agregó la también profesora en Geología.

El aclamado "The Eras Tour" se acerca a su última parada estadounidense, con seis shows en Los Ángeles programados para principios del mes de agosto, antes de volverse internacional, comenzando en la Ciudad de México el 24 de agosto.

CAUSAN ACTIVIDAD SÍSMICA 

 Los fans de Taylor Swift están en su era de récords. Después de dos noches de bailes que hicieron temblar la tierra en el concierto de la gira "Eras" de Swift en Seattle, en Lumen Field, los entusiastas swifties provocaron una actividad sísmica equivalente a un terremoto de magnitud 2.3, según la sismóloga Jackie Caplan-Auerbach.