Logra sold out en Monterrey

Monterrey, N.L.- Sabina, en su asiento; su público, de pie. Ahora le tocó al "Flaco de Úbeda" estar sentado la mayor parte del concierto, pero los que lo acompañaron anoche no dejaron de corearlo, aplaudirlo, apapacharlo, como los grandes amigos.

El español apareció "Contra Todo Pronóstico" con su bombín y saco de rayas a las 21:14 horas, para ser recibido con una ovación de pie en la arena Monterrey, que lució sold out.

NADA LO DETIENE

 El maestro del cuento cantado no podía dejar fuera de su gira a México,y a Monterrey, que realizó luego de dos operaciones en pandemia y un contagio de Covid, que no lo detuvieron para presentarse con sus fieles seguidores después de cuatro años de ausencia.

A la velada llegó, se sentó sin decir palabra, sólo hizo una reverencia a los asistentes, y la noche inició con "Cuando Era Más Joven".

UN CAOS

• Pero el sonido falló y, sin darse cuenta, siguió cantando, hasta que alguien de su equipo lo alertó y salió del escenario. Pasaron largos 34 minutos: el público chiflando, los de la mesa de controles manoteando, todo era un caos para sus técnicos, pero los regios son pacientes, todo sea por Joaquinito.

"Buenas noches, Monterrey. ¿Se oye todo? Antes que nada, que sepáis que esto pasa en las mejores familias, pero lo sufrimos más nosotros que ustedes, porque venimos a tocar. Además, este es el concierto 51 y ni nosotros sabemos si será el último".

Con 74 años bien vividos, Sabina invitó a las 12 mil almas a un emocionante viaje a través de sus canciones:

"Sintiéndolo Mucho", nombre que lleva un reciente documental que descubre al Sabina cotidiano, "Lo Niego Todo", "Mentiras Piadosas" y "Lágrimas de Mármol".

 Cambió de vestuario, ahora por una camisa estampada, y tras afirmar que Monterrey se merecía arreglar el sonido y mucho más, inició una segunda parte con "Tan Joven y Tan Viejo", el público eufórico aplaudiendo, y el cantante hasta las lágrimas, "A la Orilla de la Chimenea", una de las más esperadas, "19 Días y 500 Noches" y "Peces de Ciudad".

 Se despidió con "Princesa", pero todos le pidieron "otra, otra". No podía dejarlos solos y volvió para interpretar "Contigo", "Noches de Boda", "Y Nos Dieron las Diez". Casi tres horas después y 21 canciones ahora sí finalizó con "Pastillas Para No Soñar".