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Dan último adiós a Silvia Pinal: Despiden a la musa

Los aplausos para la actriz sonaron fuerte en el Palacio de Bellas Artes, donde recibió un homenaje póstumo con la presencia de sus hijos, nietas y bisnieta

Los aplausos para la actriz sonaron fuerte en el Palacio de Bellas Artes, donde recibió un homenaje póstumo con la presencia de sus hijos, nietas y bisnietaDan último adiós  a Silvia Pinal: Despiden a la musa
Por: El Universal
Diciembre 01, 2024 -

Eran las 11 de la mañana con 22 minutos y 17 segundos, cuando Silvia Pinal entró este sábado, por última vez, al Palacio de Bellas Artes, el recinto que en vida le rindió homenaje hace dos años.

Lo hizo entre aplausos y gritos con su nombre, mientras su féretro recorría el lobby del edificio para ser colocado en un descanso de las escaleras principales y frente a un gran retrato suyo en blanco y negro.

"¡Viva la diva!", se oyó en algún momento, recibiendo como respuesta una frase similar.

El cortejo lo encabezaba Sylvia Pasquel, su hija mayor, mientras que Alejandra Guzmán era una de las que cargaban el ataúd que protegía a su mamá, fallecida el jueves pasado.

El lobby se vistió de girasoles, alcatraces y gardenias, y varias fotografías de Pinal en personajes de sus películas, como "Viridiana", y hasta una reproducción de la pintura que le hizo Diego Rivera.

"Se va nuestra amada madre", comenzó diciendo Pasquel, la primera de las oradoras de la familia en el homenaje de cuerpo presente.

"Duele mucho perder a mi más grande amor, a mi niña amada con la que compartí desde la concha más dulce hasta la caricia más tierna. Vuela alto como siempre lo hiciste", continuó conmovida. 

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Una de las imágenes más emotivas fue cuando se unió Stephanie Salas, Michelle Salas, Giordana y Schersa. Las mujeres de la familia Pinal se tomaron de la mano frente al ataúd y se abrazaron.

Les faltó tiempo 

El público, ése que por décadas siguió la carrera de "La Chivis" en cine, televisión y teatro, también llegó al sitio emblemático de la cultura mexicana con flores y globos blancos que iban depositando al pie del ataúd sencillo.

Afuera se hacían filas para ver a la diva del cine mexicano: se vendían rosas rojas y otros afiches, como fotografías en blanco y negro con Pedro Infante.

Hubo quien, incluso, llevó discos de vinilo: "Mame" (1973), grabado durante su emblemática participación en la versión mexicana del famoso musical de Broadway, y "Felicidades... Silvia" (1981), que muestra su incursión en la música popular.

Algunos de los que pudieron ingresar le mandaban a distancia besos a Pasquel y Guzmán, que respondían saludandolos con la palma extendida. Detrás de ellas siempre hubo alguien que les proveía de pañuelos desechables durante el evento, arropadas en todo momento.

Y aunque el viernes se había asegurado que el homenaje duraría hasta que se sintiera que la gente la había despedido, no fue así. Cuando el ataúd, tras casi dos horas fue retirado, decenas de personas aún no lograban entrar al recinto.

Así fue el caso de Alejandra Flores Reyes, de 58 años, quien salió temprano desde su hogar en Nezahualcóyotl, el municipio conurbado de la capital, en el Estado de México. Aunque no logró acercarse.

"Nací un año antes de que hiciera ´El inocente´ (con Pedro Infante, 1956) y ella ha sido lo mejor que pude ver. Ahora me siento frustrada por no haberla podido despedir; la gente entraba lento", dijo la mujer.

Solemne y corto 

El homenaje tuvo su parte musical con los cantantes María de Sol, que interpretó "Nos volveremos a encontrar", y Humberto Cravioto, quien se acercó a abrazar a Sylvia y Alejandra mientras interpretaba "La barca de oro", acompañado de un grupo de mariachi.

El programa lo abrió Claudia Curiel de Icaza, titular de la Secretaría de Cultura federal, quien destacó a la actriz como mujer emprendedora, perseverante y disciplinada, musa de grandes creadores, como Luis Buñuel, Emilio "El Indio" Fernández y el pintor Diego Rivera, así como alumna de grandes maestros, como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.

Hizo hincapié, además, en los personajes interpretados por Pinal y que rompieron estereotipos.

"Eran insumisos, irreverentes, sensuales. Se va la mujer, pero se queda su nombre como figura internacional", precisó.

El adiós más sentido 

En su intervención, Alejandra Guzmán destacó que su madre se fue en paz rodeada de su familia, y que siempre llevará en su corazón el último suspiro que les regaló.

"Madre, te extraño, te quiero, te amo, te respeto, te necesito, pero te llevo aquí en mi corazón. Gracias por todo lo que enseñaste, gracias por ser eterna", expresó.

Hubo tres intervenciones más, las de Michelle Salas, su bisnieta, para quien Silvia Pinal no sólo fue un pilar en su vida, sino un ejemplo de amor incondicional.

"Hoy, mientras me despido de ella, quiero quedarme con el regalo más grande que me dejó, su amor incondicional. Un amor que me dio fuerza, que me inspiró a ser mejor y que me enseñó que, aunque la vida puede ser breve, el impacto que dejamos puede ser eterno", expresó conmovida.

También habló Stephanie Salas, su nieta, quien recordó con cariño cómo su abuela siempre fue una figura de amor, sabiduría y entrega: "Te agradezco habernos traído a la vida, abuela. Agradezco el último aliento que estuve contigo, tu belleza, tu aura, todos en armonía, a tu lado. ¡Viva la gran diva, doña Silvia Pinal!", exclamó.

Al final, Camila Valero, su bisnieta, destacó la generosidad de Pinal y la enseñanza más valiosa: "Nunca me voy a olvidar de ese último ´te quiero´ que nos dijimos y ese último apretón de manos que tuvimos. Te adoro, abuelita, y te vamos a llevar siempre en el corazón", dijo.

Eran las 13 horas con dos minutos y 15 segundos, cuando entre notas de "Las golondrinas", Silvia abandonó el lugar con destino a la funeraria, donde fue cremada.

En un auto antiguo fue escoltada por oficiales y representantes de los medios por varias avenidas de la ciudad. Siempre despedida por seguidores que le decían adiós con la mano, flores o la mirada.

NO ASISTIERON AL HOMENAJE 

Luis Enrique Guzmán fue uno de los ausentes al homenaje que este sábado se hizo en el Palacio de Bellas Artes en honor a la primera actriz, Silvia Pinal, quien murió el jueves por la tarde luego de estar hospitalizada durante casi una semana. Las dos hijas de la diva, Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, encabezaron los discursos que fueron dedicados a la estrella de la Época de Oro. Sólo mujeres hablaron durante el homenaje de Pinal. Su nieta y sus bisnietas también se despidieron, pero dos personajes faltaron: el único hijo varón de la diva y su nieta Frida Sofía.

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Con carteles, cantos y lágrimas, se despidió a la diva Silvia Pinal en el Palacio de Bellas Artes, donde se realizó un homenaje.

 
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La carroza que trasladó el cuerpo de la actriz Silvia Pinal rumbo al Palacio de Bellas Artes, va seguida por un convoy de autos, donde van sus tres hijos: Sylvia Pasquel, Alejandra y Luis Enrique Guzmán, así como Efigenia Ramos, quien fuera asistente de la actriz.

Es un honor poder sentir el cariño de todo el mundo. Estuvimos todos juntos cuando ella trascendió y tuvo su último suspiro. Es algo que ella nos regaló a toda la familia. Siempre me enseñó, y a todos, que este matriarcado tenía magia, arte y cosas que llevaremos todas. Esa es la mejor herencia que puedo tener. ALEJANDRA GUZMÁN / HIJA DE SILVIA PINAL

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Para el público se va la diva, pero para nosotros, su familia, se va nuestra madre. Agradezco todas las muestras de cariño, sus palabras, porque duele mucho; hablo del dolor que parte mi corazón al perder al más grande amor, a mi niña, mi madre amada, mi hermosa, tierna, simpática, ocurrente y bella madre. -SYLVIA PASQUEL / HIJA DE SILVIA PINAL

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