Dominan mujeres cineastas las nominaciones de los Ariel
Las cineastas dicen estar satisfechas por dominar nominaciones de la entrega 65 de los Premios Ariel, pues dicen que su mirada es compleja
CIUDAD DE MÉXICO.-Las cineastas dominan la entrega 65 de los Ariel: cuatro de los cinco largometrajes nominados a Mejor Película fueron dirigidos por mujeres, y lo mismo ocurre en la categoría a Dirección, donde aspiran al premio cuatro realizadoras y un director.
Si bien les alegra ser parte de una generación donde la cantidad de mujeres cineastas crece y también el reconocimiento a su trabajo, las mexicanas que estelarizarán la entrega, a realizarse el 9 de septiembre en Guadalajara, son claras al resaltar que no se debe reducir su trabajo con la etiqueta de "mirada femenina", pues ello les privaría de complejidad.
"La mirada femenina no es más que una apertura, es convocar y dejar entrar otras miradas y otras experiencias. Al abrirnos a ellas, se vuelve un espejo múltiple", consideró en entrevista Alejandra Márquez Abella, directora de El Norte Sobre el Vacío, postulada en 16 categorías.
"Sobre todo celebro lo diferentes que somos. Tratar de juzgar por femenino y masculino es bastante ingenuo, somos mucho más, nos atraviesan demasiadas cosas a cada ser humano. De todas siento una búsqueda muy personal y de reto en nuestra profesión", añadió Michelle Garza Cervera, detrás de Huesera, máxima nominada con 17.
Cada cinta presente en la categoría principal plantea un tema diferente, que va desde una reflexión de la maternidad y la identidad, casos de acoso, una reconstrucción del western a historias sobre la violencia en el País.
Más de la sección
Natalia Beristáin, que llega a la entrega con Ruido, cinta sobre una madre que busca a su hija desaparecida, recordó que en 2018 también se resaltó que estuviera nominada junto con tres colegas mujeres, mientras que cuando el cine es hecho por hombres, no se habla de la mirada masculina.
"No me interesa abonar a una narrativa que polariza. Lo que destaco y es muy rico en este País es la diversidad de voces y de miradas. Ruido, incluso dirigida por otra mujer, habría sido otra película. Lo que es importante entender es que lo que una hace en un acto creativo es poner afuera su propio punto de vista del mundo.
"Se van ganando espacios, pero hay que tener cuidado. En un país con la violencia de género, con 11 feminicidios al día, con el nivel de impunidad que hay alrededor de la violencia, ¿cómo vamos a hablar de equidad? ¿Qué espacios estamos realmente ganando? Hay un chingo de trabajo que hacer al respecto", cuestionó la realizadora.
Cada directora resaltó el trabajo que hicieron para dar voces a temas desde lugares personales y plantear problemáticas desde sus propias perspectivas.
Garza Cervera recordó que, en Canadá, una mujer se acercó para agradecerle por plasmar cuestionamientos sobre la maternidad en su película, pues lo que experimentó ella no había podido hablarlo ni siquiera con su familia.
Beristáin recordó que las colectivas de buscadoras llegaron a decirle que su cinta incluso se quedó corta para narrar los horrores de México, pero que al verla también se habían sentido acompañadas y representadas.
"Nuestro cine no sé si tiene que ver con la experiencia nada más y adjudicarnos sólo lo que hemos vivido como experiencias propias. Tal vez tal directora no ha vivido la experiencia de la maternidad, yo no he vivido el crecer en un rancho en el noreste.
"Pero nuestra experiencia de lo que sí hemos sido y experimentado desde nuestra condición de mujeres nos ha permitido traer al público algo de manera distinta, creo que el público, reconoce y acepta", consideró Márquez Abella.
Narra vida de hombre excepcional
La vida del astronauta de origen mexicano José Hernández es tan increíble que, para llevarla al cine, la realizadora Alejandra Márquez Abella tuvo que incluir elementos ficcionales en la película A Million Miles Away.
Al pensar en sus proyectos pasados, la directora de Las Niñas Bien y El Norte Sobre el Vacío encuentra que sus protagonistas suelen ser personajes más cuestionables y deleznables, mientras que Hernández, quien realizó su primera misión espacial en 2009, le resulta alguien demasiado excepcional.
"José es un héroe por donde lo veas, no hay forma de criticarlo. Para mí era difícil encontrar la entrada a un mundo tan poco infame. Hay cositas con las que me serví de la ficción para que la trama avanzara más verosímil, porque la vida puede tener muchas cosas inverosímiles.
"Él es definitivamente un caso que representaría eso: es un trabajador del campo migrante, hijo de migrantes, que no sólo fue a la escuela y se volvió un ingeniero de primera, sino que entró a la NASA y fue al espacio. Todo eso tuvo un millón de peros. Él lo hizo y no lo puedes creer, es muy inspirador", consideró la cineasta en entrevista.
Durante el rodaje de su primera película en inglés, basada en la autobiografía "El Cosechador de Estrellas", Márquez Abella tuvo cercanía con el astronauta para que él profundizara en su historia y pudiera clarificar detalles.
Pese a ello, Hernández no dio una línea de qué contar ni cómo; el actor Michael Peña (Narcos: México) fue el encargado de interpretarlo.
"Hay muchas cosas que se parecen (entre el personaje verdadero y el de la película) y muchas que son distintas. Estando con él, lo que más me llamaba la atención era escuchar este acento del campo que conserva.
"Estar con él me daba la sensación de estar con uno de mis tíos tomándome una cerveza, era algo muy cercano, muy familiar. Eso fue muy clave para crear la atmósfera de la película", relató la mexicana.
Con el filme ya concluido y a esperas de un estreno en próximos meses, la directora empezará el lunes a filmar la serie La Liberación, que hace con las actrices que la acompañaron en Las Niñas Bien.
"Es un poco una historia de la vida post Me Too. Tiene un acercamiento a introducirnos en la mente de las mujeres y entender y visualizar sus heridas patriarcales", adelantó.