El bestial Charger de Toretto
Cuando se habla de películas de autos, es inevitable referirse a "Rápido y Furioso" y, especialmente, al Dodge Charger 1970 de Dominic Toretto
CIUDAD DE MÉXICO.
Hay mucho que destaca de este Charger en particular, pues según la historia, el auto tiene alrededor de 900 caballos de fuerza y puede hacer el cuarto de milla en menos de 10 segundos. No hay muchos vehículos que logren una cifra así, aunque sí hay un Dodge que, tal como sale de la fábrica, puede lograrlo: el Challenger Demon. Con sus 840 caballos del motor 6.2 supercargado puede recorrer la pista en sólo 9.65 segundos. Algo similar a lo que Toretto presume. La primera película de la franquicia termina con una impactante escena con la carrera entre el Charger y el Toyota Supra de Brian (protagonizado por Paul Walker). Desde el arranque el Charger luce su poderío levantando las ruedas delanteras dramáticamente.
El Supra sufre para alcanzarlo e incluso tiene que hacer uso del nitro para mantenerse a la altura. Ambos coches tienen un encuentro muy cercano con un tren y, cuando todo parecía haber pasado, el Charger de Dom termina impactando un tractocamión que se asoma a la calle. El pobre Dodge sale disparado en el aire, pasando incluso por encima del coche de Brian, pero, a pesar de los impactos, protege bien a su piloto, quien sale prácticamente ileso del percance, sin embargo, el auto termina inservible. Hay muchas cosas que son difíciles de creer del Charger y de la película.
Incluso se sabe que el supercargador, uno de los elementos más importantes del auto es, en realidad, un accesorio falso montado sobre el motor. La escena también tiene muchos detalles no muy creíbles: quizá el más relevante de ellos es que el Toyota no debió de haber batallado para alcanzar al Dodge; incluso debió de haber sido al revés. Además, que los neumáticos delanteros se hayan levantado y mantenido con tanto control también es obra de la licencia literaria que se dan los productores de la película.
Se podrían encontrar muchos más defectos de conducción, física y demás leyes aplicables, pero el hecho es que la escena se convirtió en una escena de culto. Con esta película, el Charger también recibió una merecida revivida y su popularidad tuvo un impulso importante. Y, aunque habrá quienes no estén de acuerdo con la franquicia o con el hecho de que el Toyota sea el más rápido resulta irrelevante pues el Charger, de Toretto, de los Duke, o de quien sea, es uno de los 'muscle car' más coleccionables en el mercado.