Evitan los Tigres ridículo ante sotanero Bravos
Con un tanto del delantero francés sobre el final del encuentro, el conjunto felino derrotó con lo justo a Juárez
Monterrey, NL
A Gignac ponle una y él se va a encargar de resolver lo que no está funcionando.
André-pierre Gignac necesitó sólo de 15 minutos en el campo para iluminar una noche que pintaba oscura.
Al minuto 86, tras un balón peinado por Nicolás Ibáñez a centro de Jesús Angulo, el conocido como el “Ser de Luz” por la afición felina firmó el gol del triunfo de 1-0 a los Bravos de Juárez.
Con el gol del francés en los minutos finales se olvidó lo inoperante que volvió a ser Tigres al ataque, porque no lograba hacerle daño al sotanero de la Liga MX.
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Después de dos partidos, los felinos regresaron al triunfo y llegaron a 18 puntos para subir del séptimo al quinto lugar.
Gignac confirmó, que evidentemente ya no tiene la movilidad de años atrás, pero es letal cuando tiene un balón dentro del área, anotando su gol 203 como auriazul.
Cuando el juego agonizaba, Sebastián Córdova se apoyó con Angulo por la banda izquierda y éste centró a la peinada de Ibáñez para que Gignac capitalizara la primera y única opción de gol que tuvo.
Previo al gol, los Tigres sufrieron para abrir a un ordenado Bravos, y que también tuvo un par de ocasiones claras para ponerse en ventaja.
Al arranque del primer tiempo, el español Aitor García falló un mano a mano con Nahuel Guzmán, y en el segundo en un error del “Patón”, Guido Pizarro evitó el gol de Bravos cuando Manuel Castro ya sin portero tiró al arco, pero apareció la barrida del capitán felino.
Por su parte, Tigres también tuvo sus opciones; las más claras, fueron de dos jugadores que entraron de cambio: Marcelo Flores y Córdova.
Flores sustituyó a Diego Lainez, quien será suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, y pronto inquietó por izquierda.
Por su parte, y con apenas un minuto en el campo, Córdova puso un balón en el poste y luego vació increíblemente un cabezazo enfrente de Jurado.
Hasta que al 73’, del banquillo entró Gignac para resolver el juego y evitar así lo que pintaba para un estruendoso abucheo que le iba a dar su afición en el Estadio Universitario.
Pero gracias a Gignac, los “incomparables” celebraron un triunfo, luego de dos empates seguidos en casa.