Jefes y Mahomes dependen de grupo de jóvenes wide receivers

St, Joseph, Missouri

Los Chiefs de Kansas City dejaron que JuJu Smith-Schuster y Mecole Hardman salieran del equipo en la agencia libre. En su lugar, ficharon a un par de relativamente desconocidos, amén de apostar un talento propenso a lesiones y una selección del draft poco curtido.

La expectativa esta temporada es que Patrick Mahomes lo pueda hacer funcionar, como lo ha hecho por varios años.

Ayuda que el estelar tight end Travis Kelce siga produciendo en un nivel en el que pocos receptores pueden igualar, y que los Chiefs tengan de regreso un backfield profundo encabezado por Isiah Pacheco, Jerick McKinnon y Clyde Edwards-Helaire. También ayuda que la parte interior de la línea ofensiva es de las mejores de la NFL, lo que debería darle tiempo a Mahomes de encontrar a sus nuevas opciones.

Ya dependerá de ellos el atrapar algunos pases.

Kadarius Toney regresa a Kansas City después de mostrar destellos de grandeza la temporada pasada, incluida la victoria en el Super Bowl sobre los Eagles de Filadelfia, aunque los problemas con las lesiones que lo atormentaron con los Giants ya aparecieron.

Marquez Valdes-Scantling también está de regreso, para tener un rol más grande. MVS tuvo 42 atrapadas para 687 yardas en su primer año con los Chiefs, su mejor producción de yardas después de cinco temporadas con Aaron Rodgers en Green Bay.

Valdes-Scantling desea mostrar el liderazgo que recibió de Davante Adams y Randall Cobb con los Packers, siendo una ayuda para los jóvenes de los Chiefs, que cuentan con muchos.

Skyy Moore, selección de segunda ronda el año pasado, atrapó 22 pases para 250 yardas durante una temporada de novato de altibajos. Batalló con los regresos de patadas y ello pudo contribuir a una crisis de confianza. Los Chiefs usaron otra selección de segunda ronda en abril para elegir a Rashee Rice, quien sorprendió no solamente en SMU, sino en el proceso previo al draft, cuando trabajó con Mahomes y varios receptores en la casa del quarterback en Texas.

Hay competencia por el resto de las plazas disponibles en el plantel.

Justin Watson fue parte del equipo campeón del Super Bowl la temporada pasada y volvió a firmar con Kansas City después de recibir otras ofertas. Tiene ventaja junto con Richie James, un especialista en equipos especiales, quien pasó la temporada pasada con los Giants.

La carta oculta más grande es la de Justyn Ross. Una ex estrella de Clemson que perdió toda la temporada universitarua por una condición congénita en el cuello y la columna que necesitó cirugía, después de perdió la campaña pasada por una operación en el pie. Pero tiene el tamaño necesario para ser una amenaza en la zona roja que le hace falta el equipo desde la salida de Smith-Schuster tras firmar con Nueva Inglaterra.