Antonio Cassano futbolista o ¡criminal!
El entorno del italiano creía que acabaría en malos pasos, ya que no sabe hacer nada
Antonio Cassano fue uno de los futbolistas más talentosos de su generación, pero también de los más polémicos.
Dueño de una gran técnica individual, Cassano disputó con Italia el Mundial de Brasil 2014, pero desperdició gran parte de su carrera en excesos, pleitos con entrenadores y compañeros.
Incluso, aseguró que de no haber sido futbolista se hubiera convertido en delincuente.
ENTRE EL SEXO Y LA COMIDA
En enero del 2006, Cassano llegó al Real Madrid de los Galácticos, donde sólo jugó 29 partidos y anotó 4 goles.
Son más recordadas sus fiestas que el futbol desplegado.
“Tenía un amigo camarero. Su misión era llevarme tres o cuatro croissants tras haber hecho el amor. Me los llevaba a la escalera, yo acompañaba a la chica y hacíamos el cambio: él se llevaba a la mujer, y yo me hinchaba a croissants. En el Madrid hubiese merecido que me matasen, porque era insoportable. Tiré mi vida por la borda por mi mal comportamiento”, relató.
RECHAZÓ A LA JUVENTUS
Cassano fue un fuera de serie en el campo, al grado de que vistió las camiseta de los mejores equipos italianos de su época (Inter, Roma y Milán), salvó la de la Juventus, pero no porque la Vecchia Signora no intentara ficharlo, sino porque él no quiso jugar en el conjunto turinés.
“No fiché (con la Juventus) porque quieren ‘soldados’, pero yo necesito hacer lo que quiera. Con mi carácter hubiese durado tres días: el primero me fichaban, el segundo me presentaban y al tercero me echaban”, expresó el polémico atacante.
PUDO SER MAFIOSO
Cassano creció entre la miseria en Bari, una provincia del sur de Italia, en la que eran frecuentes los actos de violencia.
Ahí aprendió a jugar futbol y en este deporte encontró la forma de ganarse la vida, por lo que considera que, de no haber sido futbolista, sería delincuente.
“Muchas personas que conozco han acabado en la mafia”, aseguró Cassano. “Con frecuencia había tiros, coches de la policía, ambulancias. Era pobre, sí, pero debo precisar que jamás he trabajado. Entre otras cosas, porque no sé hacer nada”.
RETÓ A UN ÁRBITRO
En el 2008, cuando jugaba con la Sampdoria, Cassano fue expulsado en un duelo de la Serie A ante el Torino por discutir una marcación arbitral. Tras ver la roja, le arrojó su camiseta al árbitro, Nicola Pierpaoli, lo insultó y lo retó a golpes.
“Vete a tomar por cu..., te espero aquí abajo”, le gritó el entonces atacante al silbante mientras se dirigía a los vestidores.
Tras el exabrupto, el entonces delantero del cuadro genovés fue sancionado con cinco partidos de suspensión en la Serie A y multado con 15 mil euros.