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Cy Young en la mira

Tras perfeccionar sus lanzamientos, el pitcher culichi tiene por objeto la máxima distinción otorgada al mejor pitcher de cada Liga

Ciudad de México

Hoy, el lanzador sinaloense subirá al montículo ante los Padres de San Diego, en búsqueda de su victoria 18 de la temporada.Cy Young en la mira

La fortaleza mental y control mecánico han permitido al mexicano Julio Urías alcanzar niveles de perfección sobre la lomita, al defender los colores de su equipo, los Dodgers.

Con los Playoffs asegurados, aunado a la mejor marca de la nacional, la novena de Los Ángeles se podría enfocar en potencializar las fortalezas del pitcher culichi, y ¿por qué no?, catapultarlo hacia el Cy Young, máxima distinción otorgada al mejor pitcher de cada Liga.

La buena forma física y mental de Urías se refleja en sus 17 triunfos, los 2.25 de efectividad y las 164 entradas lanzadas en lo que va del año, pero hay dos elementos que Urías emplea en sus lanzamientos y que ha ido perfeccionando desde hace seis años: el comando y la control.

El sinaloense trabaja diariamente en dominar la bola, pero también la zona de strike, el tiempo, espacio, recorrido y cantidad de fuerza cada vez que suelta el brazo.

“En sus inicios era un pitcher que debía corregir el comando; es decir, un lanzador que tira la bola sobre home, o para ser más claros, le pedían una recta a la esquina de afuera y a veces se le quedaba al centro o le pedían un lanzamiento a la esquina de adentro y se le quedaba afuera”, puntualiza José Manuel Hernández, coach de pitcheo del Águila de Veracruz.

“Hoy, Julio Urías es un pitcher que tira la bola con control para home”.

Esos ajustes en el entrenamiento han beneficiado en las estadísticas de Urías, pues su marca de 17-7, la efectividad de 2.25, los 164 episodios trabajados, lo respaldan como candidato al Cy Young, pero no le aseguran que pueda ganarle la partida al dominicano Sandy Alcántara, lanzador de los Marlins, su principal amenaza. Zac Gallen, de los Diamonbacks, es su otro rival por el premio, con 172.0 entradas lanzadas.

“Podemos pensar que la cantidad de innings sería un factor a favor (de Alcántara) porque tiene 220.2 innings lanzados, sus carreras limpias está en 2.37, que es una diferencia microscópica en relación a Julio Urías.

“El dominicano tiene 199 ponches con 50 bases y está promediando algo muy parecido sobre la loma, la variante que puede marcar la diferencia son las entradas que lanza, y qué cantidad de juegos completos ha lanzado cada uno, mientras que Sandy tiene 5, Julio no tiene ninguno, y eso se vuelve una pequeña desventaja para el mexicano y el factor que se puede inclinar hacia Alcántara en relación al Cy Young”, agrega el Hernández.

Fortalece Urías su mente

Su memoria de lanzamiento, su pensamiento táctico y su concentración combinan lo emocional con lo cognitivo¨. RAMÓN ALVAREDO PSICÓLOGO DEPORTIVO

¿Qué hace especial a Julio Urías?

En la actual temporada de las Grandes Ligas, el lanzador mexicano es considerado el as de Dodgers de Los Ángeles, por la seguridad y confianza que transmite desde el montículo.

“Ha crecido en la parte de la mecánica y sigue creciendo al mantener sus velocidades, pero ha crecido mucho más emocionalmente, y por eso es un pitcher competitivo”, explica el psicólogo deportivo Ramón Alvaredo, con experiencia en las Grandes Ligas y Juegos Olímpicos.

“También tiene un gran equipo que ya le ayuda a hacer carrera y que le permite pensar positivamente en que en cualquier momento lo pueden poner arriba y eso es importante para la autoconfianza. El alimento fundamental de la autoconfianza son los éxitos que tiene”.

La madurez emocional que hoy transmite el culichi en sus aperturas no se dio de la noche a la mañana. Desde su debut en 2016 hasta la fecha, el trabajo ha sido constante, especialmente en el control del juego, cuando la pizarra no está a favor de la novena californiana.

“Ésto no se define por la cantidad de años, porque un atleta a veces alcanza la experiencia o madurez emocional muy joven. En la competencia, la madurez emocional es la clave y para que se dé es necesario que el atleta se esté preparando bien, que su planificación de entrenamiento esté acorde a lo que él necesita para mantener los indicadores físicos de resistencia, de fuerza, de velocidad, control y coordinación”.

“Cuando el pitcher se estabiliza emocionalmente, mantiene la concentración entre un lanzamiento y otro, no se descompensa si tiene fallas o le han bateado bien. Con los Padres de San Diego, Manny Machado le pegó dos jonrones, y aún así, Urías pitcheó tremendo”, agrega el especialista.

Los Ángeles lo respalda

Si quitan a Julio de la rotación de los Dodgers, ese equipo no tendría tantos juegos ganados como hasta ahora, aunque sean un equipazo¨. RAFAEL ARROYO ENTRENADOR DE JULIO

El éxito de Dodgers de Los Ángeles está directamente relacionado con las actuaciones del mexicano Julio Urías.

Además de la preparación, el compromiso que el mexicano tiene con la novena californiana no tiene límites, ya que siempre piensa a nivel colectivo y no se detiene ante los posibles obstáculos que le presente la vida.

“A Julio lo motiva el tener un talento tan grande y especial. Muchos preguntan si él nació así o se hizo y creo que hay de dos. Una superestrella nace y se hace y Julio usa de motivación el sentirse capaz de hacer las cosas; mientras tenga el corazón, las ganas y la voluntad de hacerlo”, comparte Rafael Arroyo, amigo y entrenador del sinaloense.

“El Cy Young es el reconocimiento al mejor pitcher y Julio lo es. Tiene un buen equipo, como los Dodgers pero no es fácil”.

  • El tumor en el ojo izquierdo no ha sido un problema, por el contrario, se ha vuelto parte de la historia llena de éxitos de Urías, quien puede presumir su anillo de campeón de la Serie Mundial de 2020.

“Lo que habla por Julio son sus números, habla con sus lanzamientos. Yo le preguntaba a Julio que si le afectaba lo de su ojo y el me decía que no, que en nada, aunque la gente piense que sí”.

“Julio siempre fue y es alguien bien maduro mentalmente. Cuando yo lo conocí tenía 18 años, pero tenía una mentalidad de alguien de 25 o 30 años. Siempre fue muy responsable; si tocaba entrenamiento él siempre se presentaba y cuando es tiempo de trabajar deja todo y se dedica a eso”, reconoce Arroyo.



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