Chile: UNESCO declara Patrimonio Mundial a la cultura Chinchorro
Esta cultura es reconocida porque practicó complejas técnicas de momificación, consideradas las más antiguas del mundo
SANTIAGO, CHILE. — La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) inscribió en su Lista del Patrimonio Mundial tres asentamientos de la cultura Chinchorro, en el extremo norte de Chile, reconocida porque practicó complejas técnicas de momificación, consideradas las más antiguas del mundo.
La cultura Chinchorro estuvo formada por grupos de pescadores que habitaron las costas del océano Pacífico desde el puerto de Ilo, en Perú, hasta las costas del desierto chileno de Atacama, entre el año 5.450 a.C. hasta el 890 de nuestra era. Sus miembros eran cazadores y recolectores marinos a grandes profundidades. El nombre de este pueblo es el mismo de la playa donde se encontraron los primeros restos, en Arica, 2.000 kilómetros al norte de Santiago.
Conocida la noticia, el presidente Sebastián Piñera escribió en sus redes sociales que “se reconoce así el valor excepcional del más antiguo proceso de momificación universal de cuerpos en el mundo de hace 7000 años”.
“Esta inscripción exige seguir con múltiples esfuerzos de conservación de este legado único de siente mil años de antigüedad, una tradición cultural desaparecida que nos ha dejado las momias más antiguas del mundo”, declaró Claudia Uribe, directora de la Oficina Nacional de la Unesco.
Más de la sección
Existen críticas generalizadas por lo que se estima un descuido de algunas zonas, especialmente la del vecino puerto de Valparaíso.
La ministra de las Culturas y las Artes, Consuelo Valdés, dijo que “este patrimonio representa un testimonio único y de valor universal excepcional”.
Un comunicado de la UNESCO local señaló que los sitios inscritos son “la evidencia arqueológica más antigua conocida de la momificación artificial de cuerpos, con cementerios que contienen tanto cuerpos momificados artificialmente como algunos que se conservaron debido a las condiciones ambientales”.
Los restos arqueológicos de la cultura Chinchorro, muestran que estos pescadores desmembraban y volvían a armar los cuerpos de niños, mujeres y hombres. Sacaban los órganos y músculos y los reemplazaban por plumas, trozos de cuero, rollos de lana y otros materiales. Una vez rearmados, los cubrían de arcilla.
“Sus cuerpos fueron transformados en verdaderas obras de arte”, dijo el martes el antropólogo Bernardo Arriaza.
Los asentamientos de la cultura Chinchorro son la séptima zona chilena que ingresa al listado de la UNESCO. Las otras son el Parque Nacional Rapa Nui (o pascuense), las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, Valparaíso, el Campamento Sewell y las iglesias de Chiloé, en el extremo sur.