Gira diplomática de Zelenskyy destaca el marcado aislamiento de Putin

Mientras el mundo espera la ofensiva de Ucrania en el campo de batalla de primavera, su líder, Volodymyr Zelenskyy, lanzó una ofensiva diplomática. En el lapso de una semana, viajó a Italia, el Vaticano, Alemania, Francia y Gran Bretaña para conseguir apoyo para defender a su país.

REUNIÓN

Hoy estuvo en Arabia Saudita para reunirse con líderes árabes, algunos de los cuales son aliados de Moscú.

Mientras tanto, el presidente Vladimir Putin estaba en la ciudad de Pyatigorsk, en el sur de Rusia, presidiendo una reunión con funcionarios locales, sentado en una mesa grande a cierta distancia de los demás asistentes.

• El presidente ruso se ha enfrentado a un aislamiento internacional sin precedentes, con una orden de arresto de la Corte Penal Internacional pendiendo sobre su cabeza y nublando las perspectivas de viajar a muchos destinos, incluidos los que se consideran aliados de Moscú.

Con su invasión de Ucrania, "Putin se arriesgó y perdió mucho, mucho", dijo Theresa Fallon, directora del Centro de Estudios de Rusia, Europa y Asia, con sede en Bruselas. "Él es un paria internacional, de verdad".

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Fue hace solo 10 años cuando Putin se destacó con orgullo entre sus pares en ese momento, Barack Obama, Angela Merkel y Shinzo Abe, en una cumbre del Grupo de los Ocho en Irlanda del Norte. Desde entonces, Rusia ha sido expulsada del grupo, que consta de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos, por anexar ilegalmente Crimea en 2014.

Ahora parece ser el turno de Ucrania en el centro de atención.

Hubo mensajes contradictorios de Kiev sobre si Zelenskyy asistiría al G7 en Japón el domingo. El secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania dijo en la televisión nacional que el presidente estaría allí, pero el consejo luego se retractó de esos comentarios y dijo que Zelenskyy se uniría a través de un enlace de video. La oficina del presidente no confirmó ninguna de las dos opciones por razones de seguridad.

Pero ya sea en persona o por video, tendría un gran significado simbólico y geopolítico.

"Transmite el hecho de que el G7 continúa apoyando firmemente a Ucrania", dijo Nigel Gould-Davies, investigador principal para Rusia y Eurasia en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. "Es un marcador visible del compromiso continuo de los países más industrializados y desarrollados del mundo".

También llega en un momento en que la óptica simplemente no está a favor del Kremlin.

Existe incertidumbre sobre si Putin puede viajar a Ciudad del Cabo en agosto para una cumbre de las naciones BRICS de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Moscú ha presentado durante mucho tiempo la alianza como una alternativa al dominio global de Occidente, pero este año ya está resultando incómodo para el Kremlin. Sudáfrica, el anfitrión de la cumbre, es signataria de la CPI y está obligada a cumplir con la orden de arresto por cargos de crímenes de guerra.

Sudáfrica no ha anunciado que Putin vaya definitivamente a la cumbre, pero ha estado planeando su posible llegada. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, nombró un comité interministerial, encabezado por el vicepresidente Paul Mashatile, para considerar las opciones de Sudáfrica con respecto a su compromiso con la CPI sobre el posible viaje de Putin.

Si bien es muy poco probable que el presidente ruso sea arrestado allí si decide ir, el debate público sobre si puede hacerlo es en sí mismo "un acontecimiento no deseado cuyo impacto no debe subestimarse", según Gould-Davies.

Luego están las complicadas relaciones de Moscú con sus propios vecinos. Hace diez días, Putin proyectó una imagen de solidaridad, con los líderes de Armenia, Bielorrusia y los estados de Asia Central a su lado en un desfile militar del Día de la Victoria en la Plaza Roja.

Esta semana, sin embargo, los líderes de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán acudieron en masa a China y se reunieron con el líder Xi Jinping en una cumbre que destacó la erosión de la influencia de Rusia en la región a medida que Beijing busca incursionar económicamente en Asia Central.

Xi está aprovechando la oportunidad "de una Rusia debilitada, una Rusia distraída, casi una Rusia de estado paria para aumentar la influencia (de China) en la región", dijo Fallon.

El esfuerzo de Putin este mes para apuntalar a más amigos en el sur del Cáucaso eliminando los requisitos de visa para los ciudadanos georgianos y levantando una prohibición de cuatro años de vuelos directos al país tampoco pareció ir tan bien como esperaba el Kremlin.

El primer vuelo que aterrizó el viernes en Georgia fue recibido con protestas , y el presidente pro-occidental del país denunció la medida como una provocación.

La gira mundial en curso de Zelenskyy puede verse como un éxito en muchos niveles.

Las invitaciones de otros líderes mundiales son una señal de que creen que Ucrania "va a salir de la guerra en buena forma", dijo Phillips P. O'Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St. Andrews en Escocia.

De lo contrario, "simplemente no estaría sucediendo", dijo. "Nadie querría estar cerca de un líder que cree que va a ser derrotado y un país que se va a derrumbar".

Por el contrario, la orden de arresto de la CPI podría dificultar que los líderes visiten a Putin en Moscú porque "no es una buena apariencia visitar a un criminal de guerra acusado", dijo Gould-Davies.

Los líderes europeos le prometieron un arsenal de misiles, tanques y drones, y aunque no se ha hecho ningún compromiso con los aviones de combate, algo que Kiev ha querido durante meses, ha comenzado una conversación sobre cómo encontrar formas de hacerlo.

Su aparición el viernes en la cumbre de la Liga Árabe en Jeddah, un puerto de Arabia Saudita en el Mar Rojo, destacó el esfuerzo de Kiev por difundir su difícil situación en busca de apoyo por todas partes, incluso en algunos países cuyas simpatías están con Rusia.

Además de Zelenskyy, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, también dio la bienvenida al presidente sirio Bashar Assad en la cumbre después de una suspensión de 12 años, algo que los analistas dicen que se alinea con los intereses de Moscú.

Anna Borshchevskaya, miembro principal del Instituto Washington que se enfoca en la política de Rusia en el Medio Oriente, lo llamó "otro testimonio del hecho de que Rusia no está aislada globalmente por su invasión de Ucrania, que el Medio Oriente es una parte del mundo donde Rusia pueda encontrar vías para evitar el aislamiento global, tanto el aislamiento ideológico como el económico".

Agregó que Zelenskyy y su gobierno merecen crédito por "reconocer que necesitan llegar más lejos para mejorar sus esfuerzos diplomáticos en esta parte del mundo y en otras partes del mundo donde resuena la narrativa rusa".

Kiev podría esperar que "este sea el comienzo de un cambio mayor en la percepción que eventualmente podría traducirse en un apoyo potencial", dijo Borshchevskaya.

De manera similar, la participación del presidente ucraniano en la cumbre del G7 es "un mensaje para el resto del mundo, para Rusia y más allá, y para el llamado Sur Global", cree Gould-Davies.

Existe una preocupación en Occidente sobre la medida en que algunas de las principales economías en desarrollo (Brasil, Sudáfrica y, hasta cierto punto, la India) "no critican, no condenan a Rusia y, de hecho, de varias maneras están ayudando a mitigar el impacto de las sanciones. en Rusia", dijo.

"Colectivamente, económicamente, importan. Entonces, creo que existe esta necesidad sentida de una campaña diplomática renovada para llevar a algunos de estos estados más importantes a la forma occidental de ver estas cosas", dijo Gould-Davies.