¡CARAJO!
Par de desatenciones al final del partido bastó para que México dejara ir el triunfo ante Argentina
Arlington, Texas
Para contener a un monstruo como Leo y a la mejor Selección del mundo según el ranking de FIFA, el Tricolor apeló al espíritu de equipo y lo hizo bien durante 84 minutos al tener una ventaja de dos goles, porque en los siguientes instantes la Albiceleste aceleró para el 2-2 en el Estadio AT&T.
México estuvo cerca de robarse las portadas, de salir con el rol protagónico. Cerca, como tantas otras veces, de dar ese golpe de autoridad y que ahora se esfumó por un error de Moisés Muñoz y las genialidades de Sergio Agüero y Messi.
Al 84’, el portero mexicano se fue en banda tras un pase largo de la “Pulga” y Ezequiel Lavezzi mandó el centro para el gol de Agüero. Al 88’, Leo recibió con el pecho un pase del “Kun” y con la zurda venció a “Moy”. ¡Qué amargo empate para el Tri!
México sabía que regalarle tres metros a Argentina y 10 centímetros a Messi era ponerse la pistola en la sien. Por eso cerró los espacios. Mordió. Un saque de banda al 33’ cerca del área argentina ejemplificó la situación ya que siete mexicanos se agruparon en 20 metros; lo suyo fue jugar en bloque.
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El Tri esperó a la Albiceleste y la hirió con trazos largos. Detectó el punto flaco en el central izquierdo Nicolás Otamendi y por ahí pegó. El defensa cometió el penal sobre Raúl Jiménez que fue bien cobrado por Javier Hernández al 18’.
El central, rústico, pensó que había provocado un tiro de esquina y hasta recibió una felicitación del portero Nahuel Guzmán. Con el gol, Hernández enterró la imagen de su último penal, ese resbalón con el Manchester United que marcó su salida tras el brutal gesto del técnico Louis van Gaal.
En su primera modificación táctica (jugó 5-3-2), Ricardo Ferretti adelantó a Miguel Layún por izquierda y de ahí vino el centro retrasado a Héctor Herrera, quien antes de esta gira no había anotado con el Tri y regresará a Oporto con dos goles.
México advirtió que le jugaría sin miedo a Argentina y así lo hizo, pero la defensa una vez más se encargó de ponerle drama al partido, de ensuciar un duelo perfecto ante un equipo al que no se le gana desde 2004.