'Beginning': premiado debut de Dea Kulumbegashvili
Quería ser monja y vivir en un monasterio, pero mi familia lo desaprobó"CIUDAD DE MÉXICO.
De haberse desviado un poco las cosas, Dea Kulumbegashvili habría sido monja. La nueva superestrella del cine de arte, cuya ópera prima, Beginning, arrasó en el Festival de San Sebastián y podría llevar a la diminuta Georgia a los Óscar, creció en las montañas del Cáucaso, en la Georgia más rural, en un hogar sin electricidad.
A inicios de los 90, recuerda ella en una videollamada desdee Tiflis, la empobrecida ex república soviética se debatía entre bombas y disparos de una guerra civil, y sus habitantes hallaban consuelo en el cristianismo ortodoxo. "Cuando recuerdo aquellos tiempos..., no puedo creer todo lo que tenemos ahora, las comodidades contemporáneas", rememora Kulumbegashvili, de 35 años.
"Empecé a ir a la iglesia. Había algo misterioso en ella. Imagina los largos inviernos georgianos, donde a las 4 de la tarde está oscuro y todo está iluminado por velas y hay iglesias antiquísimas. Había algo mágico.
Quería ser monja y vivir en un monasterio, pero mi familia lo desaprobó". Al llegar la electricidad y una relativa estabilidad política, Dea tuvo otra revelación que la iluminó a los 18 años: el cine, y con él, otro acto lleno de misticismo.
"En cierto grado, hacer cine es una actividad espiritual, porque ¿cómo lidias con el tiempo? No existe la linealidad cuando haces una película".
Beginning (Mejor Película, Director, Guión y Actriz en San Sebastián, premio FIPRESCI de la crítica en Toronto) se estrena hoy por la plataforma MUBI. Subyugante e hipnótico, el filme es una meditación sobre el ser mujer, la masculinidad tóxica, la intolerancia religiosa y los derrumbes emocionales. Yana (Ia Sukhitashvili), su personaje principal, es la esposa de un líder de una comunidad de testigos de Jehová, a punto de entrar a un camino de sufrimiento y alienación.
"No sólo es en sociedades conservadoras, como Georgia, donde el papel de la mujer es de mero fondo. También en Nueva York, donde estudié (en la Universidad de Columbia) antes de volver a mi país. "Existe una urgencia por hablar sobre la experiencia femenina en la vida, en el mundo.
Quizás en una narrativa convencional, este personaje (Yana) sería una secundaria". Kulumbegashvili suma al espectador a su viaje con tomas largas (unas 50) y una relación de aspecto de 1:33 (con una inusual imagen cuadrada).
Un espeluznante plano de violencia en el largometraje, que el público atestigua a distancia, entre magnetizado y repelido, ha suscitado debate.
"Quería hacer una película que fuera casi como una pintura, una invitación a la audiencia a mirar de verdad.
El mundo audiovisual que nos rodea afecta la manera en que observamos. "Me interesaba aquí lo esencial, acompañar en cada momento la vida de esta mujer y deshacerme de lo innecesario". Además de a la crítica mundial, la propuesta de Kulumbegashvili sedujo a dos grandes nombres del cine: el italiano Luca Guadagnino (Llámame por tu Nombre) y Carlos Reygadas (Luz Silenciosa).
El mexicano la conoció en Suiza, donde la directora estudia un doctorado en Filosofía y él estaba como conferencista. Reygadas no dudó en volverse productor ejecutivo de Beginning y, cuando se desató la pandemia por Covid-19, la invitó a ella y su equipo a hacer la edición en México. "Carlos nos permitió aislarnos todo el tiempo que necesitábamos.
Fue un apoyo increíble como humano, una ayuda crítica. "Realmente, respeto y admiro el trabajo de Carlos. Amo todas sus películas.
Dos de ellas me parecen piezas maestras: Post Tenebras Lux y Batalla en el Cielo". ASÍ LO DIJO "El cine georgiano es desconocido para el mundo en general. Los reconocimientos (a Beginning) le han dado mucha visibilidad". Dea Kulumbegashvili, directora