Reynosa

1917 - 1918 El primer movimiento Almazanista

El general Juan Andreu Almazán era calificado como ‘felciista’ por apoyar la causa de Félix Díaz (sobrino de don Porfirio), movimiento que promovía el derrocamiento de don Venustiano Carranza.
  • Por: Antropólogo Martín Salinas Rivera
  • 20 / Noviembre / 2016 -
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1917 - 1918 El primer movimiento Almazanista

¦ POPULAR. Juan Andreu Almazán tenía simpatizantes principalmente en los ranchos por donde sus pequeños contingentes de rebeldes se desplazaban.¦ TERRITORIO. Superficie que controlaba Juan Andreu Almazán durante las postrimerías de la revolución mexicana.

Cronista Municipal de Reynosa

Juan Andreu Almazán había llegado a la frontera de Tamaulipas desde Texas muy enfermo de fiebre del trópico a principios de 1917, después de un largo viaje que lo había llevado de Guatemala a Nuevo Orleans.

El caudillo había estado desde el inicio de la revolución mexicana involucrado en la lucha armada en casi todo el país, desde Chihuahua hasta Chiapas y Tabasco, la mayoría de las veces del lado desafortunado.

Este personaje como estudiante de segundo año de medicina en Puebla practicó la autopsia de Aquiles Serdán, de su hermano Máximo y de Fausto Nieto el 20 de noviembre de 1910.

Francisco I. Madero le había encomendado a Aquiles el inicio de la Revolución Mexicana en ese estado, pero fueron descubiertos dos días antes.

El maestro, doctor Lauro Camarillo, ordenó al entonces joven estudiante Almazán extraer el corazón de su amigo Aquiles y que se lo entregara para su conservación.

Almazán frecuentemente cambiaba de bando durante la revolución: peleó a favor y en contra de Francisco I. Madero, Victoriano Huerta, Pascual Orozco, Pancho Villa y era muy amigo de Emiliano Zapata.

Acá en el norte en 1917, los periódicos lo clasificaron como “felicista” por apoyar la causa de Félix Díaz (sobrino de don Porfirio), movimiento que promovía el derrocamiento de don Venustiano Carranza.

Aunque se estableció la Constitución el 5 de febrero de 1917, en el estado de Tamaulipas existían cinco movimientos armados opuestos al gobierno de Carranza en ese año.

El movimiento acaudillado por Andreu Almazán empezó casi al terminar la Expedición Punitiva en contra de Francisco Villa.

El general John Pershing había intervenido infructuosamente con más de 10 mil soldados americanos en territorio mexicano para castigar y capturar al caudillo norteño, quien había atacado el pueblo de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916.

El 7 de febrero de 1917, dos días después que se aprobó la nueva Constitución Mexicana en Querétaro, los americanos empezaron el desalojo de sus tropas en el norte de México.

Estas tropas de la expedición como el gran número de soldados americanos que patrullaban la línea fronteriza entre Texas y Tamaulipas serían enviados a Europa para participar en la Primera Guerra Mundial.

La causa que iniciaba Almazán era surtida con armamento y provisiones desde Texas, material que era cruzado por la frontera tamaulipeca en las cercanías de Mier y Guerrero.

El área geográfica de las operaciones de este movimiento armado comprendía la parte nororiental del estado de Nuevo León y los municipios adyacentes en Tamaulipas.

Almazán tenía simpatizantes principalmente en los ranchos por donde sus pequeños contingentes de rebeldes se desplazaban, más que en las comunidades o poblados grandes del noreste.

Encontró apoyo en las rancherías al suroeste del municipio de Reynosa.

El mismo Almazán comentó que fue perseguido por generales carrancistas de la talla de Emilio Nafarrate, Alfredo Ricaut (nombrado gobernador por Carranza), el terrible Eduardo Hernández (segundo en jefe del general Francisco Murguía) y muchos más.

EL GENERAL

CARLOS OSUNA

Al que más temían los Almazanistas era al general Carlos Osuna, del cuál decían que era casi imposible escabullirse, no valía “borrar huellas, ni poner grandes distancias de por medio,” cruzar ríos crecidos o atascaderos, ni el apoyo de los rancheros, siempre terminaba alcanzándolos.

El general Osuna era originario de Mier, Tamaulipas y había secundado el movimiento Maderista en 1911.

Éste había combatido a Pascual Orozco y en 1913 se había adherido y firmado el Plan de Guadalupe de don Venustiano Carranza para derrocar al usurpador Victoriano Huerta.

En Chihuahua había combatido con éxito contra las fuerzas de Francisco Villa. En ese tiempo del arribo de Almazán a la frontera, Osuna llegó a ser Gobernador y Comandante militar en Durango y Diputado Federal por Tamaulipas.

Almazán explicaba que la táctica de la mayoría de los generales carrancistas era atemorizar a las familias de los rancheros de la región; con el pretexto que eran cómplices de los rebeldes, la tropa cometía tropelías y hurtos entre la gente de los ranchos, tratando de obtener información a través del miedo.

Además de las tácticas guerreras del General Osuna, éste tenía un tacto político que intimidaba a los rebeldes.

A sus soldados los obligaba a pagar lo que pedían y a tratar de buen modo a los rancheros.

La táctica del General Osuna era hablar muy bien a los rancheros sobre Almazán; que nunca había sido bandido, y les decía que la gente de este último era “mil veces más honrada” que la del Gobierno, y que si él ganaba en los enfrentamientos era porque cuando peleaba se les acababa el parque.

Les platicaba que le daba mucho pesar que anduviera de levantado y les pedía que le avisaran en el pueblo de Gil de Leyva (en las inmediaciones de Montemorelos, Nuevo León) cuando aceptara Almazán hablar con él.

Las alabanzas que hacia Osuna de Almazán era para cambiar la percepción que tenían los rancheros de él, haciéndoles ver que no tenían necesidad de defenderlo.

JULIO BAZÁN

El enemigo más peligroso para los rebeldes era Julio Bazán, un rastreador pagado por uno de los dueños (Ramón Adame) del rancho Orozco al suroriente del municipio de Reynosa.

A este lugar se llega actualmente por la brecha del Becerro. Les era algo perturbador a los rebeldes estos dos personajes, porque no pertenecían a las fuerzas del Gobierno.

Las capacidades de observación de Bazán eran impresionantes. Este daba aviso a un general carrancista X de su rastreo: “de como a un kilómetro al norte de las casas viejas … cruzó el camino por el altito macizo con grava, para que no se vieran las huellas de sus caballos, que después de cruzarlo regresaron algunos a pie a borrar con golpecitos de ramitas verdes cualquier huella posible… dice Bazán que … eran cincuenta y ocho hombres y que ahí iban Santos, Palacios , Salinas Quintanilla, la Güerana; decía que Almazán iba montado del caballo overo; que su caballo alazán iba ensillado pero sin jinete y que su caballo colorado iba en pelo suelto.”

Bazán de la simple huella entendía el proceder de los rebeldes y Almazán decía que Bazán entendía muchas cosas como el ventajosísimo diablo.

De este rastreador poco se sabía, se creía vivía por el lindero entre Nuevo León y Tamaulipas, por el Puerto, quizá el Jabalí o por el poniente de Orozco.

Fue por eso que Almazán reunió a sus mejores jinetes cerca de Méndez, Tamaulipas, y El Refugio, Nuevo León, para hacer una gira relámpago de unos 400 kilómetros entre el 7 y 17 de junio de 1917.

Recorrieron desde Estación Los Ramones, Cerralvo, Los Herreras, Los Aldamas, Doctor Coss, El Puerto, Orozco, Mata de Sandía, Soledad, La Llorona, Tolentino, La Bóveda, Las Lomas del Moro y la Zarateña, teniendo algunas escaramuzas en el camino.

Ocurrió que, hacia el poniente de El Puerto, en el Sendero Nacional encontraron en el calor canicular un jacal.

El “huellero” Bazán fue capturado tomando la siesta arriba de una carreta. Lo llevaron al rancho Orozco, donde junto con Ramón Adame, fueron juzgados por un consejo de guerra formado por los coroneles Dionisio Rodríguez, Espiridión Salinas, Emeterio Guerra, Juan Bosques y Martiniano Sepúlveda.

Fueron ejecutados por los pelotones a las órdenes del coronel Aureliano Santos a la salida de Orozco, para que sus familiares pudiesen darles sepultura.

Decía Almazán que sin el menor motivo y obligación estos dos personajes habían dado información a los carrancistas, ocasionando numerosas muertes entre los rebeldes y rancheros que los apoyaban.

Los aspectos de este movimiento contrarrevolucionario que afectó a Reynosa y sus alrededores durante los últimos años del conflicto armado en México serán narrados en otra ocasión.

1917 - 1918 El primer movimiento Almazanista

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