1915 Venustiano Carranza en Reynosa
El nativo de Cuatro Ciénegas, Coahuila, arribó aquí el 27 de noviembre de 1915; fue el Primer Jefe de Estado Mexicano que visitó la villa de Reynosa y de ahí la importancia histórica de esa visita
DISTINCIÓN. Señoritas que impusieron una banda tricolor al primer jefe, el 2 de diciembre 1915.
Hace cien años la frontera de los estados de Tamaulipas y Texas se había convertido en tierra de confabulaciones, donde proliferaba el espionaje y el contraespionaje de los huertistas, villistas y carrancistas; el tráfico de armas era el juego en común de estas facciones que luchaban en el conflicto bélico de la Revolución Mexicana.
Nada de esto era ajeno a los servicios de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos, quienes monitoreaban las reuniones y actividades de los mexicanos dentro y fuera de su país.
En 1915, los pobladores en ambos lados del río Bravo fueron testigos de tres importantes eventos de la época.
El primero está relacionado con el Plan de San Diego, Texas, que inició a principios de ese año, provocando un serio conflicto racial entre los inmigrantes anglosajones y la población mexicoamericana en los condados fronterizos de Texas, causando centenares de muertes entre los habitantes.
El segundo evento lo publicamos anteriormente en este diario y está relacionado con el intento de los villistas por arrebatarles a los constitucionalistas de Carranza la plaza de Matamoros en los meses de marzo y abril de ese mismo año. El tercer evento está relacionado con la visita de Venustiano Carranza a la villa de Reynosa el 27 noviembre.
El 10 de Mayo de 1913 ocurrió el evento más trascendental de la Revolución Mexicana en Reynosa, cuando el Ejército Constitucionalista al mando de Lucio Blanco desalojó a las fuerzas huertistas de la plaza y al grupo porfirista que había gobernado por más de 30 años.
El siguiente año, al derrumbarse el gobierno de Victoriano Huerta en agosto de 1914 comenzó la lucha por el poder entre las facciones revolucionarias: carrancistas, villistas, zapatistas, y obregonistas. Quedó claro en la Convención Revolucionaria en Aguascalientes de las irreconciliables diferencias que existían entre Francisco Villa y Venustiano Carranza.
La Convención desconoció a Carranza como Presidente y lo cesó del cargo, nombrando a Eulalio Gutiérrez Ortiz como Presidente Interino de México.
Carranza organizó su administración desde Veracruz. Las decisiones del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista fueron clave para el escenario que se presentaría en la línea fronteriza durante el siguiente año de 1915.
El Plan
de San Diego
A principios del enero de 1915 apareció lo que se conoce como el Plan de San Diego, relacionado con el nombre de un pueblo del condado de Duval, Texas, a menos de 200 kilómetros al norte de la frontera.
Era un plan paradójico que incluía 15 cláusulas de un movimiento separatista, firmado por nueve personas, que invitaban a mexicanos nativos, estadounidenses de ascendencia mexicana, afroamericanos, indígenas y japoneses a rebelarse contra la población angloamericana en los estados fronterizos para recuperar Texas, Nuevo México, Arizona y California.
Este conflicto fue descubierto unos días después de ser redactado, cuando uno de los líderes rebeldes, Basilio Ramos quien había estado en prisión en Monterrey, fue arrestado en McAllen, Texas. Ahí se le halló una copia escrita del plan. Los Estados Unidos respondieron inmediatamente incrementando sus tropas en la frontera.
Fue en el verano de ese año cuando este plan influyó en asesinatos raciales de odio en los condados de Hidalgo, Starr y Cameron del bajo Río Grande, falleciendo 21 angloamericanos y más de 300 mexicanos y mexicoamericanos.
Los asesinatos fueron atribuidos a partidas de individuos que cruzaban el río desde México y a los rinches de Texas (Texas Rangers) que veían a todos los mexicanos como sediciosos.
En un estudio reciente por investigadores de la Universidad Estatal de Nuevo México, sobre documentación oficial de la época en ambos países, confirman el apoyo que recibió la rebelión por parte del régimen de Carranza.
Algunos de los firmantes del plan eran trabajadores de una cervecería que tenía su producción en San Diego y Laredo, Texas. Esta surtía de cervezas a las fuerzas armadas de Carranza en Veracruz. Fue el 19 de octubre de 1915, que el gobierno de los Estados Unidos bajo el mando Thomas Woodrow Wilson reconoció a Carranza como Encargado del Poder Ejecutivo y Primer Jefe del Ejército Constitucionalista.
Por esas fechas los constitucionalistas desplegaron 1,500 soldados en la frontera del bajo río Bravo, aminorando las matanzas de los paisanos.
La campaña
Villista
Hace también 100 años, entre el martes 23 de marzo y el sábado 18 de abril de 1915, Reynosa serviría como punto estratégico para la Brigada Villa al mando de los generales José Rodríguez y Absaul Navarro en un intento fallido por tomar la plaza de Matamoros.
El Ejército Constitucionalista se encontraba al mando del general Emiliano Nafarrate, quien tenía meses esperándolos y preparando parapetos de cinco metros de alto con ametralladoras colocadas en sus cimas al lado poniente, en las goteras de esa ciudad de Matamoros, tema que fue cubierto anteriormente.
La visita de Carranza a Reynosa
Don Venustiano Carranza era el encargado del Poder Ejecutivo del país cuando visitó Reynosa el 27 de noviembre de 1915; aunque no era presidente ni candidato fue el Primer Jefe de Estado Mexicano que visitó la villa de Reynosa y de ahí la importancia histórica de esa visita.
El primer discurso de un personaje a nivel nacional, fue el que pronunció don Venustiano Carranza la tarde que llegó al pueblo, desde el balcón central del viejo Palacio Municipal o Casa Consistorial. Pero, según el primer cronista de Reynosa don Donato Palacios, el primer discurso de un candidato presidencial lo pronunció el General Álvaro Obregón en abril de 1920. El General Obregón fue el que inició en Reynosa la tradición de las visitas de los candidatos a la Presidencia de la República.
Durante la visita de Carranza se escucharon diferentes discursos; tal vez el pronunciado por don Venustiano Carranza desde el balcón de la presidencia sea muy parecido al dado al siguiente día en Matamoros.
En él agradecía el apoyo del pueblo a la causa de la revolución y la armonía que se debería llevar con el país vecino.
De los dos discursos que se conocen de Reynosa fueron presentados por el niño Héctor González y por el señor Carlos González Ochoa.
El cronista don Donato Palacios nos cuenta en sus escritos que don Vicente García, quien fungía como secretario del ayuntamiento “fue quien pronunció el discurso de bienvenida y quien organizó el recibimiento que resultó apoteótico, ya que el pueblo en masa acudió a recibirlo.”
Entre la comitiva venia el gobernador de Tamaulipas, el General Luis Caballero y el cónsul de los Estados Unidos J. H. Johnson y el vicecónsul E. J. Puig.
Los visitantes prefirieron pasear por lo que ahora es la calle Hidalgo desde la estación a la plaza donde se había colocado un templete y un arco con las palabras de bienvenida.
Después regresaron a descansar al tren presidencial, para posteriormente pasar una velada nocturna en los salones del palacio municipal.
Por ese entonces la calle Hidalgo estaba bordeada por árboles.