Usurpan funciones sin ningún escrúpulo
Aprenden algo de religión y con eso se dedican a engañar
La “piratería” no sólo ocurre en el ámbito de la iglesia católica, pues también en otras denominaciones religiosas se presenta el mismo fenómeno: pastores y ministros falsos.
Debido al daño moral que tales personas ocasionan, se pronunció a favor de que las propias asociaciones religiosas implementen frenos para evitar la usurpación de funciones, y además que el propio gobierno intervenga sancionándoles civilmente.
Explicó que el modus operandi siempre es el mismo, sin importar la denominación religiosa a la que dicen pertenecer: aprender algo básico de religión y después sin escrúpulos de ninguna clase, dedicarse a lucrar, a engañar a la gente.
Consideró que la existencia de este clase de falsos pastores, ministros o curas, dañan a las iglesias, pero sobre todo afectan a la comunidad, a la gente que cree en ellos y les brinda su confianza al solicitarles una misa, un bautizo, una comunión, o lo que sea que determinada congregación religiosa practique.
“Un sacerdote, un pastor o un líder religioso, representa a Dios, por lo que debe conducirse en la mejor forma posible, algo que los falsos no hacen y ello da pistas sobre la verdadera identidad de quien dice ser una cosa que no es”, concluyó.