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¡Un baño de bronce!

Más de 15 años de esfuerzo de la nadadora Fabiola Ramírez Martínez dieron fruto al conseguir la primera medalla de México en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. ‘Fabi’ se agenció el bronce en los 100 metros dorso categoría S2

Ciudad de México

¡Un baño de bronce!
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“Cada vez que compito, el hambre que me da en ese momento es mejorar mis tiempo. Sentirme con mayor seguridad es algo que a lo largo de 16 años de experiencia me han hecho evolucionar. Es repetir una vez más, pero 200 veces mejor lo que has venido haciendo a lo largo de más de 15 años”, aseguró en entrevista con REFORMA días antes de partir a la capital de Japón.

Comenzó su carrera como atleta de alto rendimiento en el 2005, a los 15 años. Tres años más tarde participó por primera vez en los Paralímpicos, en Beijing 2008, proeza que repitió en Río 2016. En ambas ocasiones, su especialidad fue los 50 metros dorso en la categoría S3. 

Para Tokio, su prueba principal pasó a ser los 100 metros dorso, pues ahora compite en la categoría S2, en la que contienden atletas que tienen una discapacidad física o parálisis cerebral. Así, consiguió su primera medalla en los Juegos Paralímpicos: una de bronce.

“Representar a México es lo más bonito que una persona puede hacer. Llevas a tu país en el corazón. Tener la fortuna de ser mexicano, representarlo (al País) en algún deporte y todavía ser sobresaliente y en algún momento (...) tener la oportunidad de poner la bandera de México en lo más alto de un pódium es una de las experiencias más bonitas de la vida”, afirmó.

Antes de los 10 años, Ramírez comenzó a practicar natación como terapia por la recomendación de sus médicos. Se convirtió en profesional al notar su destreza como nadadora. Aunque reside en la Ciudad de México, compite por Aguascalientes y se considera orgullosamente hidrocálida porque fue la entidad que cobijó su carrera deportiva.

“La natación fue un parteaguas. Me di cuenta que podía sobresalir en muchos aspectos. Me hizo una persona más responsable, dedicada y consciente del trabajo y del esfuerzo. Ya es parte de mi vida cotidiana. 

En algún punto pensé en retirarme del alto rendimiento, pero nada más aguanté seis meses y no pude dejarlo”, contó.

BRILLA FUERA DE LAS PISCINAS

De lunes a viernes, Ramírez entrena de 6:00 a 8:00 horas en alberca, mientras que los sábados los dedica al acondicionamiento físico. Se compagina con su trabajo como abogada en la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), donde atiende controversias jurídicas entre atletas, asociaciones, federaciones y entrenadores.

Tras graduarse en Derecho por la Universidad del Valle de México (UVM), decidió continuar su formación con una maestría en Administración Pública, que cursa actualmente en la Universidad Anáhuac México con una beca completa de Élite, el programa de excelencia deportiva de tal casa de estudios.

“Desde que salí de la universidad, me he dedicado a ver únicamente la materia laboral del Derecho. Cuando se presentó la oportunidad de esta maestría, me cayó de perlas porque está enfocada en lo que estoy haciendo actualmente. Quería informarme, saber y ser mejor para desarrollar de una forma más óptima mi trabajo”, comentó.

Ramírez competirá en dos pruebas más en Tokio 2020: 50 metros dorso y 100 metros libres. Más adelante, se preparará para el Campeonato Mundial de Para Natación Madeira 2022.

“Representar a México es una responsabilidad muy grande. Nosotros sabemos que tenemos que dar lo mejor cada día en nuestros entrenamientos. Vamos pensando: ‘tengo que ser mejor hoy para que mañana, cuando compita, sea todavía mejor que hoy’.

“Es irte motivando cada día para poder llegar a esa excelencia y que cuando llegues a otro país, digas: ‘soy mexicana’ y vean que somos unos fregones”.



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