Guardia Nacional toma posiciones
Alrededor de 23,000 agentes están desplegados en la frontera sur, de acuerdo con informes de la Casa Blanca
La Guardia Nacional de Texas tomó posiciones en El Paso, mientras que voluntarios y agentes de policía temían que algunos migrantes sucumbieran al frío. La temperatura en la noche ha rondado los 0 grados Celsius (30 grados Fahrenheit) y en los próximos días descenderá aún más. La diócesis católica de El Paso, donde se pronostica que la temperatura en la noche alcance los 5 °C bajo cero (20 °F) esta semana, tiene previsto abrir otros dos refugios para hasta 1.000 personas en iglesias de la zona.
- EL PASO, Texas
En el centro de El Paso, las aceras cercanas a una estación de autobuses sirvieron de alojamiento a decenas de familias y grupos de hombres recién llegados de países latinoamericanos como Venezuela y Colombia.
Junior Carmona, músico y peluquero venezolano de 22 años, esperaba el miércoles para subir a un autobús con destino a Dallas y reunirse con sus familiares, incluida su madre. Su viaje a Estados Unidos duró seis meses, durante los cuales las autoridades de inmigración mexicanas lo detuvieron tres veces y le robaron. Carmona dijo que no podía soportar otro contratiempo y entró en Estados Unidos sin solicitar asilo primero, mientras veía a muchos venezolanos esperar en México a ver si se levantaban las restricciones del Título 42.
En el lado sur del río Grande (Bravo), Jhorman Morey, un venezolano de 38 años que trabajaba como mecánico, se calentaba las manos en una fogata junto con media docena de migrantes. Señaló que estaba esperando una decisión en torno a las restricciones para ver si intentaba cruzar hacia Estados Unidos. Algunos migrantes duermen en las riberas del río Bravo.
El venezolano llegó hace seis semanas a Ciudad Juárez, México, que es limítrofe con El Paso. Ahora apenas come tras acabarse sus ahorros. En Tijuana, se estimaba que 5.000 migrantes se alojan en más de 30 refugios y muchos más alquilan cuartos y apartamentos. Varios muros de casi 9 metros (30 pies) de altura colocados a lo largo de la frontera con San Diego convertían la zona en un desafío para los cruces ilegales.
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Amparándose en las restricciones, las autoridades de Estados Unidos han expulsado a solicitantes de asilo en 2,5 millones de ocasiones y rechazaron casi a todos los que pidieron asilo en la frontera con el argumento de impedir los contagios de COVID-19.
En respuesta, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, emitió una orden temporal para mantener las restricciones en vigor. Posteriormente, el gobierno federal pidió al máximo tribunal estadounidense que rechazara los intentos de los estados conservadores al tiempo que reconoció que poner fin a las restricciones probablemente provocaría “trastornos y un aumento temporal de cruces fronterizos ilegales”.
Los estados presentaron una respuesta el miércoles temprano, alegando que permitir que las restricciones expiren mientras la corte revisa la decisión del tribunal de primera instancia causaría “daños inmediatos, graves e irreversibles” a los estados.
RESTRICCIONES HASTA EL DÍA 27
Si la Corte Suprema toma una decisión antes del viernes, el gobierno quiere que las restricciones sigan en vigor hasta el final del 27 de diciembre. En caso de que la corte tome una determinación el viernes o después de esa fecha, el gobierno quiere que las restricciones sigan vigentes dos días hábiles después de la orden.
Las restricciones de Título 42 permiten al gobierno expulsar de manera expedita a los solicitantes de asilo de todas las nacionalidades, pero se han ejercido en mayor medida a los migrantes de países a los que México acepta recibir tras ser expulsados por Estados Unidos: Guatemala, Honduras, El Salvador, y más recientemente, Venezuela, además de México.