En camino hacia EU
En su viaje, Wasi Safi sufrió heridas graves a causa de las palizas, incluso daños en dientes frontales y la pérdida de audición en el oído derecho
Houston, TX.
Cuando Abdul Wasi Safi cruzó un enorme río en el Tapón del Darién —un tramo imponente y peligroso de selva espesa entre Colombia y Panamá—, mantuvo una mochila con sus documentos sobre la cabeza para que no se mojaran.
Cuando policías en Guatemala intentaron extorsionarlo y le quitaron la mochila, Wasi Safi soportó sus golpizas hasta que recuperó los documentos, según su hermano.
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En su viaje, Wasi Safi sufrió heridas graves a causa de las palizas, incluso daños en dientes frontales y la pérdida de audición en el oído derecho. Zachary Fertitta, uno de sus abogados defensores penales, afirma que Wasi Safi no ha recibido atención médica adecuada durante su detención. Se creó una página de GoFundMe para ayudarle a pagar la atención médica una vez que sea liberado.
DESILUSIONADO
Sami Safi dijo que su hermano se ha desilusionado desde su detención y cree que los documentos que pensó que lo salvarían no valen nada.
Sin embargo, Fertitta sostiene que esos documentos demuestran que “él es claramente un aliado, que fue entrenado por nuestras tropas, que trabajó con nuestras tropas”.
La representante estadounidense Sheila Jackson Lee, demócrata de Houston, envió una carta al presidente Joe Biden la semana pasada, donde le pide que le otorgue el perdón a Wasi Safi por cargos relacionados con inmigración ilegal.
Dijo el jueves que sus documentos muestran que él es “un individuo que obviamente amaba a este país… y que estaba dispuesto a morir por este país”.
Los congresistas republicanos Dan Crenshaw, de Texas, y Michael Waltz, de Florida, así como más de 20 grupos de veteranos también han pedido la libertad de Wasi Safi mientras se revisa su solicitud de asilo.
SIN COMENTARIOS
La Casa Blanca declinó hacer comentarios el viernes y remitió las preguntas al Departamento de Justicia y a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés).
La Fiscalía Federal para el Distrito Oeste de Texas, que procesa su caso para el Departamento de Justicia, y la CBP no respondieron de momento los correos electrónicos en los que se solicitaron sus comentarios.
Durante una conferencia de prensa el martes, el general de brigada Patrick Ryder, vocero del Pentágono, dijo que no podía comentar sobre el caso de Wasi Safi, pero que el Departamento de Defensa “apoya cualquier esfuerzo que podamos hacer para asegurarnos de que estamos cuidando adecuadamente” a los aliados afganos del país.
Fertitta afirma que el caso penal de Wasi Safi debe resolverse antes de que su solicitud de asilo pueda ser analizada, y espera que la resolución no incluya una condena, lo que podría arriesgar la solicitud de asilo.
LA OTRA HUÍDA
Casi 76 mil afganos que trabajaron con soldados estadounidenses desde 2001 como traductores, intérpretes y socios llegaron a Estados Unidos en aviones militares después de la caótica retirada de Afganistán, pero su estatus migratorio todavía no es claro después de que el Congreso no lograra aprobar la propuesta Ley de Ajuste Afgano, que habría solidificado su estatus de residencia legal.
Fertitta recalca que el caso de Wasi Safi destaca el “sistema de inmigración averiado” del país y su incapacidad para ayudar a los aliados afganos.
“Tienes todas esas cosas chocando en nuestra frontera y es un problema muy difícil de resolver”, añade Fertitta. Sami Safi dice que permanece optimista.
“Espero que el presidente Biden y quienes tienen autoridad sobre este caso se esfuercen y le salven la vida. Se ha sacrificado lo suficiente por este país. Toda mi familia se ha sacrificado por este país”, afirma.