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Condenan a exjefe de la policía hondureña

Se declara culpable de participar en una conjura para proteger cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos; "niega su involucramiento en ningún asesinato".

Bonilla admitió haber contribuido con el tráfico de más de 450 kilos de cocaína entre 2003 y 2016 por territorio hondureño.Condenan a exjefe de la policía hondureña

El exdirector de la Policía Nacional de Honduras fue condenado el jueves, en Nueva York, a 19 años de prisión tras declararse culpable de participar en una conjura para proteger cargamentos de cocaína con destino a Estados Unidos.

Juan Carlos Bonilla Valladares, de 64 años, más conocido como "El Tigre", fungió como agente de la Policía Nacional de Honduras durante décadas, antes de convertirse en su director, durante un año, en 2012.

Ascendió al poder al permitir el tráfico de cocaína a gran escala y utilizando la violencia para proteger el tráfico de drogas, dijeron los fiscales en un escrito previo a la sentencia. Habían pedido que fuera condenado a 30 años de prisión.

La sentencia, dictada en una corte federal de Manhattan, fue anunciada por el juez P. Kevin Castel.

En un oficio de la defensa, el abogado Donald Vogelman solicitó una pena de 10 años de prisión para el exjefe de la policía hondureña. Alegó que Bonilla "No siempre estuvo involucrado en actividades ilegales" y que aunque admitió su culpabilidad en una conjura de narcotráfico, "Niega rotundamente su involucramiento en ningún asesinato".

"De vez en cuando estuvo involucrado en el contrabando de drogas ilegales. En realidad, la mayor parte del tiempo, hizo un buen trabajo al servicio de su país. Era un hombre muy talentoso que vivió una desafortunada doble vida", dijo Vogelman.

Según Vogelman, Bonilla sufre problemas de salud y "será un hombre marcado" si sobrevive al encarcelamiento y es devuelto a Honduras.

"No volverá a delinquir. Ese capítulo de su vida ha quedado atrás", aseveró el abogado.

En Honduras, el comisionado retirado de la Policía Nacional, Henry Osorio Canales, dijo que la sentencia era el más reciente ejemplo de cómo las instituciones de su país estaban al servicio de los narcotraficantes.

Los fiscales afirmaron que Bonilla aceptó lucrativos sobornos por proporcionar protección armada para el transporte de cocaína a través de Honduras. Dijeron que ordenó a otros policías corruptos que protegieran esos envíos y les proporcionó a sus cómplices información confidencial sobre los operativos policiales pendientes.

Fue arrestado el 9 de marzo de 2022, después de que la fiscalía estadounidense lo señalara como cómplice del expresidente Juan Orlando Hernández y del hermano de éste, Tony Hernández. Los fiscales dijeron antes de su sentencia que los hermanos eran "poderosos aliados políticos" de Bonilla.

En junio, Juan Orlando Hernández fue condenado a 45 años de prisión en una corte federal de Manhattan tras ser declarado culpable de cargos de narcotráfico en marzo, después de un juicio de dos semanas que fue seguido de cerca en su país de origen.

El excongresista hondureño Tony Hernández fue condenado en la misma corte a cadena perpetua en una prisión estadounidense.

En un comunicado, el fiscal Damian Williams dijo que Bonilla "cometió los mismos delitos que había jurado combatir".

Anne Milgram, titular de la DEA, dijo que Bonilla se aprovechó de su posición como director de la Policía Nacional de Honduras para "traficar cocaína a Estados Unidos y proteger a los narcotraficantes".

¿De qué fue culpado "El Tigre" Bonilla?

Rodeado de su familia, entre ellos dos hijos, les aseguró al final de la vista que es "inocente" y que se declaró culpable para "ver la libertad de nuevo". En su acuerdo de culpabilidad, Bonilla admitió haber contribuido con el tráfico de más de 450 kilos de cocaína entre 2003 y 2016 por territorio hondureño, enviados desde Colombia y Venezuela vía marítima o aérea, y con destino a Estados Unidos.

Extraditado a Estados Unidos el 10 de mayo de 2022, Bonilla fue "un participante esencial en una de las mayores conspiraciones para traficar con cocaína en el mundo", sostuvo la fiscalía, que lo acusó de "abusar de su posición" al frente de la Policía Nacional de Honduras para "facilitar el tráfico de cocaína" a cambio de dinero.

"En particular, al brindar "protección armada a montañas de cocaína que viajaban a través de Honduras, dirigir a otros agentes corruptos a su cargo para que protegieran esos cargamentos, y proporcionar información delicada a las fuerzas del orden en apoyo de su tráfico de cocaína".

A cambio, el acusado recibió "lucrativos sobornos y fue ascendido dentro de la PNH con el apoyo de sus poderosos aliados políticos, Juan Orlando y Tony Hernández", según un escrito de la fiscalía. Asimismo, Bonilla está acusado de matar al narcotraficante rival Franklin Arita y de proteger a miembros de la peligrosa pandilla MS-13.

Su abogado defensor Donald Vogelman pidió al juez que pueda cumplir la condena en una cárcel de California, donde reside una hija.

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El general Juan Carlos Bonilla Valladares, también conocido como "El Tigre", saluda durante un acto en Tegucigalpa, Honduras.

"Mucho más que un error"

Frente al alegato de Bonilla de que cometió un "error", el juez Castel respondió que fue "mucho más" que eso y que si bien comprendía su declaración de arrepentimiento y su deseo de volver a ver a los suyos, sus acciones tuvieron "consecuencias devastadoras" para su país y para Estados Unidos.

"Hay gente que no va a volver a ver a sus familias" porque han muerto por los efectos de la droga, le recordó.

En la misma causa estaba coacusado, además del expresidente, el expolicía Mauricio Hernández Pineda, primo de este último, quien también se declaró culpable de tráfico de droga y fue condenado a principios de julio a 15 años de cárcel. En cambio, JOH, como es conocido el expresidente en Honduras, fue condenado a 45 años de cárcel el 26 de junio tras ser declarado culpable de tráfico de drogas y armas por un jurado popular al término de varias semanas de juicio.