Muertes por ataques al corazón, por Covid
Desde hace mucho tiempo, las enfermedades del corazón han sido la principal causa de fallecimientos en la nación y el mundo
- SAN LUIS, Missouri
Desde hace mucho tiempo, las enfermedades del corazón han sido la principal causa de fallecimientos en la nación y el mundo. Pero en Estados Unidos, las muertes relacionadas con el corazón habían descendido a niveles récord en 2019, justo antes de que azotara la pandemia.
El COVID-19 borró una década de esos avances, señaló Cheng.
Las muertes por ataques al corazón aumentaron durante cada uno de los repuntes del coronavirus. Peor aún, se supone que los jóvenes no sufren infartos cardiacos, pero la investigación de Cheng documentó un incremento de casi el 30% en muertes por ataques al corazón en personas de entre 25 y 44 años en los primeros dos años de la pandemia.
El siguiente es un indicio inquietante de que los problemas podrían continuar: la hipertensión es uno de los mayores riesgos para las enfermedades cardiacas, y "de hecho, la presión arterial de la gente se ha incrementado considerablemente durante el transcurso de la pandemia", agregó.
Los síntomas cardiovasculares forman parte de lo que se conoce como COVID largo, un término general que abarca decenas de problemas de salud, los cuales incluyen fatiga y confusión mental. Los Institutos Nacionales de Salud están iniciando estudios pequeños de algunos posibles tratamientos para ciertos síntomas de COVID largo, incluido un problema en el ritmo cardiaco.
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Pero Cheng dijo que tanto los pacientes como los doctores necesitan saber que, en ocasiones, los problemas cardiovasculares son el primero o el principal síntoma del daño que dejó el coronavirus.
"Estos son individuos que no necesariamente acudirían con su médico y dirían: ´Tengo COVID largo´", señaló.
En San Luis, Camilleri primero desarrolló dificultad para respirar y luego una serie de síntomas relacionados con el corazón y de otro tipo tras contagiarse de COVID-19 a fines de 2020. Intentó distintos tratamientos con varios doctores sin que hubiera una mejoría, hasta que fue a dar a la clínica de COVID largo de la Universidad Washington.
"Por fin, un giro en la dirección correcta", dijo Camilleri, de 43 años.
Allí consultó a la doctora Amanda Verma debido a problemas que empeoraban con su presión arterial y su frecuencia cardiaca. Verma forma parte de un equipo de cardiología que estudió a un pequeño grupo de pacientes con síntomas cardiacos desconcertantes como los de Camilleri, y hallaron que anormalidades en el flujo de la sangre podrían ser parte del problema.
¿Cómo ocurre eso? El flujo sanguíneo se incrementa cuando las personas se mueven y disminuye durante el descanso. Pero a algunos pacientes con COVID largo no les disminuye lo suficiente durante el descanso porque el sistema de respuesta de "lucha o huida", que controla las reacciones frente al estrés, permanece activado, señaló Verma.
Algunos también tienen problemas con el recubrimiento de sus vasos sanguíneos pequeños, que no se dilatan y constriñen adecuadamente para mover la sangre, agregó.
Con la esperanza de que eso ayudara a explicar algunos de los síntomas de Camilleri, Verma le recetó algunas medicinas para el corazón que dilatan los vasos sanguíneos y otras para apaciguar esa respuesta de "lucha o huida".
De vuelta en el gimnasio, Hughes, una terapista física que trabaja con pacientes que padecen COVID largo, presentó un cuidadoso plan de rehabilitación después de que la prueba en la caminadora reveló picos erráticos en el ritmo cardiaco de Camilleri.
"Serían peores si usted no estuviera tomando las medicinas de la doctora Verma", dijo Hughes, mostrándole a Camilleri ejercicios a realizar mientras él yacía en el suelo y le monitoreaban el pulso. "Necesitamos reconfigurar su sistema para normalizar esa respuesta de lucha o huida", añadió.
Camilleri dijo que se percató de cierta mejoría después de que Verma hizo algunas modificaciones en las recetas con base en los resultados de las pruebas. Pero luego un segundo contagio de COVID-19 en la primavera le generó aún más problemas de salud, una discapacidad que lo obligó a jubilarse.
¿Qué tan grande es el riesgo de padecer problemas del corazón luego de contagiarse de COVID? Para averiguarlo, Al Aly analizó registros médicos de una enorme base de datos de la Administración de la Salud de los Veteranos. Las personas que habían sobrevivido al COVID-19 en las primeras etapas de la pandemia tenían más probabilidades de experimentar arritmias, coágulos, dolor en el pecho y palpitaciones e incluso ataques al corazón y derrames cerebrales hasta un año después, en comparación con las que no se habían infectado. Eso incluye, incluso, a personas de mediana edad que no habían presentado señales previas de enfermedad cardiaca.