La adopción de perros y gatos, amarga realidad
Ante la creciente demanda, organizaciones protectoras de animales, hacen campañas para que los interesados estén seguros de lo que ello implica
MIAMI, Florida
Fin de año es una de las épocas en las que más perros son adoptados en Estados Unidos. Sin embargo, es una euforia que pasa pronto y los trabajadores de los albergues sufren y luchan para evitar que los animalitos sean devueltos al cabo de unas semanas.
“Es muy importante que cualquiera que desee tener una mascota en casa, sea perro, gato, hurón o lo que sea dentro de los términos de ley, tenga la consciencia de que es un compromiso de vida porque son seres vivos que sienten”, dice a EL UNIVERSAL Vanessa Cory, defensora de animales y amante de las mascotas.
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Ante la creciente demanda de mascotas, organizaciones protectoras de animales, autoridades del ramo e iniciativa privada hacen campañas para que quienes buscan adoptar estén seguros de lo que ello implica. “Esta temporada es muy especial, muchos perritos y gatos logran encontrar un lugar, un hogar que los cuide y les dé amor”, comenta Adam Navarro, asesor del Centro de Protección y Adopción de Mascotas de Miami-Dade; pero la otra cara de la moneda es que “tenemos muchas historias muy tristes de animalitos —perros y gatos principalmente— que se fueron felices con una persona o una familia y a las semanas o meses son devueltos aquí o recogidos en las calles y traídos aquí otra vez”.
Blueberry, una bulldog de siete años, fue abandonada porque su familia se mudó a otra ciudad y no podía o no quiso llevársela. En el refugio la describen como una perra increíble a la que le gusta descansar en su cama y dormir detrás del escritorio de adopción. Es buena con los niños y le gusta ir al parque para perros. Está acostumbrada a avisar cuando necesita salir al baño y le encanta estar con la gente. Aun así, lleva meses en el refugio, ignorada principalmente porque hay perros más jóvenes que le ganan los brazos de quienes los visitan.
“La edad [de una mascota] no debe ser un obstáculo para elegir; yo adopté a Pepe, mi perro. Me habían dicho que tenía siete años, pero resultó después que tenía más”, afirma a este diario la connotada actriz mexicana Carmen Aub, quien defiende también los derechos de los animales. “Durante la época más pesada de la pandemia me puse a buscar en internet lugares de adopción en Miami y llegué a este lugar que se llama Pets for You y me puse a ver las opciones”.
Una de las cosas que más le gustó del lugar es que las mascotas allí no tienen tiempo límite. “No las duermen, no las matan después de un tiempo determinado de que están ahí y no salen”.
“Él me escogió a mí”
“Ahora sí creo que los perros te escogen a ti y no tú a ellos”, sentencia la actriz. Fue amor a primera vista. “Nunca hubiera creído que iba a tener un perro así: viejito, chimuelo y cruzado”. Pero en cuanto lo vio le encantó. Pepe tenía problemas del corazón y le faltaban dientes, “pero lo amé” dice la también presentadora de E! Entertainment. “Terminé de darle un tratamiento para el corazón y no lo exponía a mucho ejercicio. Pero era más viejo de lo que me habían dicho y después de convivir dos años murió de viejito”, recuerda Carmen.
Las instituciones de atención a animales abandonados siempre tratan de encontrar una solución a las razones por las cuales una mascota quiere ser devuelta. “Cuando una persona o familia que adoptó por alguna razón quiere devolver su mascota, quiero decirles que el refugio debe ser realmente el último recurso”, indica a ese diario un vocero de Young & Williams Animal Center (YWAC), en Tennessee. “Lo que nosotros hacemos es ayudar a mantener a su mascota en su hogar, ayudarlos a resolver su problema”.
Los albergues están llenos de historias tristes. Como la de Tucker, un labradoodle de un año adoptado por una adulta mayor. “Parecía feliz y creo que lo estaba”, dice una de las empleadas del refugio. Pero lo regresó después de unas semanas diciendo que era demasiado perro para ella. “Vemos esto a menudo. La gente no entiende que pueden ser perros muy exigentes, con mucha energía y que sus necesidades de aseo no son una broma. Por eso es importante preguntar, documentarse para estar seguros antes de venir y llevárselos”, señala la profesional. “Tucker es un buen chico, muy dulce, sólo necesita aprender habilidades básicas con la correa; aún es joven. Es amigo de perros y gatos”.
Los refugios para mascotas atendidos por los condados en Estados Unidos sobreviven del presupuesto que se les otorga; las fundaciones y organizaciones salen adelante con donativos y la iniciativa privada dedicada a este giro de negocio cobra por sus servicios. Para tener una idea, a los refugios de animales del condado de Miami-Dade llegan al año alrededor de 30 mil animales, principalmente perros y gatos.
De acuerdo con Shelter Animals Count y algunas otras fuentes consultadas, en Estados Unidos alrededor de 6 millones y medio de mascotas en promedio viven en miles de refugios en el país; 3 millones 300 son perros y 3 millones 200 mil son gatos. De ellos, 3 millones 200 mil en promedio son adoptados. Al año, 670 mil perros y 860 mil gatos son dormidos, después de un tiempo razonable de intento de colocación o por enfermedad o edad.
Adoptar una mascota cuesta entre 65 y 85 dólares (de mil 235 a mil 615 pesos mexicanos) dependiendo de la edad; más insumos, vacunas y si se desea castrar o ligar a la mascota. En total y en paquete, no cuesta más de 130 dólares (2 mil 470 pesos mexicanos). Y si se trata de gatos, no cuesta más de 80 dólares (mil 520 pesos) el paquete adopción, vacunas y castración o liga.
Los requisitos para adoptar una mascota en Estados Unidos son: contar con una identificación oficial, un comprobante de domicilio, ser mayor de 18 años, además de tener una correa y un collar para el animalito que se desea adoptar.