Invasión de vapeadores llega a EU
Las cifras demuestran la incapacidad de la FDA para controlar el abarrotado mercado de estos cigarrillos
- WASHINGTON, DC
El número de los diferentes cigarrillos electrónicos vendidos en Estados Unidos casi se ha triplicado a más de 9,000 desde 2020, impulsado casi en su totalidad por una ola de vaporizadores desechables no autorizados procedentes de China, según datos restringidos de sus ventas, obtenidos por The Associated Press.
Las cifras demuestran la incapacidad de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para controlar el abarrotado mercado de los vapeadores, más de tres años después de haber declarado medidas enérgicas, especialmente contra los sabores que agradan más a los menores de edad.
La mayoría de los cigarrillos electrónicos desechables, que se tiran a la basura al acabarse su contenido, vienen en sabores dulces y afrutados que tienen nombres como limonada rosada, osito de goma y sandía, que los han convertido en el producto de tabaco favorito entre los adolescentes. Todos ellos son técnicamente ilegales porque no han sido autorizados por la FDA.
Los aparatos desechables, que son más baratos y que alguna vez fueron sólo un nicho de mercado, representaron el 40% del mercado minorista de cigarrillos electrónicos de aproximadamente 7.000 millones de dólares el año pasado, según datos de la firma de análisis IRI obtenidos por la AP. Los datos que son propiedad de la empresa se basan en las ventas registradas mediante escáneres de códigos de barras en tiendas de conveniencia, gasolineras y otros minoristas.
Según los datos de IRI, ahora se venden más de 5.800 productos desechables únicos en numerosos sabores y formulaciones, un 1.500% más que los 365 registrados a principios de 2020. Fue entonces cuando la FDA prohibió efectivamente todos los sabores —excepto el mentol y el tabaco— de los cigarrillos electrónicos recargables que funcionan con cartuchos como los de la marca Juul, un dispositivo al que se culpa de haber provocado un aumento a nivel nacional del vapeo entre menores de edad.
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Pero la política de la FDA, formulada bajo la presidencia de Donald Trump, excluía los productos desechables, lo que llevó a muchos adolescentes a cambiar de Juul a otras marcas nuevas con más sabores.
"La FDA se mueve a un ritmo lento y la industria lo sabe y lo aprovecha", explica el doctor Robert Jackler de la Universidad de Stanford, quien ha estudiado el auge de estos dispositivos desechables. "Una y otra vez, la industria del vapeo se ha actualizado frente a los esfuerzos para eliminar del mercado sus productos atractivos para los jóvenes".
Además de ese desafío, la FDA tiene poca presencia en una industria en expansión centrada en Shenzhen, en China. Según los registros de la agencia, los inspectores de la FDA sólo han realizado unas cuantas inspecciones en China, a pesar de que la nación asiática produce casi todos los cigarrillos electrónicos que se consumen actualmente en Estados Unidos.