Transportaban 39 indocumentados
Una pareja se encuentra en problemas luego de que fueran sorprendidos transportando a 39 inmigrantes indocumentados en un autobús e intentaran pasar el punto de cotejo en Falfurrias
FALFURRIAS, Texas
Una pareja se encuentra en problemas luego de que fueran sorprendidos transportando a 39 inmigrantes indocumentados en un autobús e intentaran pasar el punto de cotejo en Falfurrias.
El incidente ocurrió el pasado 4 de octubre y los detenidos fueron identificados en documentos de la corte federal como Nancy Fernández Luna y Juan Torres Ayala. El vehículo era conducido por Torres Ayala mientras que la mujer se identificó ante los agentes de la Patrulla Fronteriza como una empleada de ICE que escoltaba a los inmigrantes hacia el norte del país.
Sin embargo, la identificación que mostró para justificar su autoridad para el traslado de indocumentados fue la de contratista de ICE. Acto seguido, los agentes enviaron al vehículo a una inspección.
En este momento, según el documento, Fernández Luna advirtió a los agentes que los jóvenes habían dado positivo al COVID. Pero mientras esto ocurría, agentes realizaban llamadas para confirmar la validez de lo que se estaba informando.
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Entonces que el autobús cerró sus puertas e inició la marcha, abandonando el área de inspección secundaria.
De inmediato agentes lograron que el autobús se detuviera y le ordenaron regresar a donde se encontraba. Fue en ese momento que agentes solicitaron documentos y se percatan de inconsistencias. Por ejemplo, en los papeles se estipulaba que todos eran jóvenes cuando en realidad no lo eran.
Según los documentos, Torres Ayala posteriormente habría admitido que sabía que las 39 personas que se encontraban en el autobús eran indocumentadas y que él recibiría 1,800 dólares por el viaje.
Incluso, el hombre supuestamente admitió que sabía que los documentos relacionados al traslado de los inmigrantes eran falsos.
Además, en el documento se hace referencia a dos indocumentadas que presuntamente admitieron haber pagado para que las trasladaran y que se suponía que les avisarían cuando se acercaran al punto de cotejo de Falfurrias para que se hicieran las dormidas. Una de ellas pagó 20 mil a los traficantes mientras que la otra pagó 17,500 dólares.