La guerra de los mundos, 85 años de aterrorizar a la humanidad
Una dramatización radiofónica de Orson Welles sobre la novela de H. G. Wells provocó caos e histeria al suponer que la Tierra estaba bajo un ataque extraterrestre
Imaginemos que es 30 de octubre de 1938 y usted llega con su familia a su casa en un suburbio de Nueva York, un domingo por la noche. Cenan y después, como es costumbre, se dirigen a la sala para escuchar la radio, el gran medio de información de la época.
Buscan alguna estación para escuchar música y, de pronto una voz informa que ha caído del espacio un objeto no identificado en una granja de Nueva Jersey. Siguen el reporte y escuchan, entre avisos de la policía, que del agujero, producto del impacto, surge un ser con tentáculos, más grande que un oso y con boca en forma de "v" de la que escurre una horrenda saliva.
Escuchan cómo del mismo agujero, una especie de espejo lanza un rayo que incendia todo y deja decenas de cuerpos a su paso... Hay gritos y luego silencio. Segundos después otra voz informa: "Señoras y señores, por causas que se nos escapan, no podemos continuar transmitiendo para ustedes desde Grovers Mill".
Esta narración provocó que cientos de personas en Estados Unidos entraran en pánico, saturaron las líneas de la policía y propagaron el caos por las calles, al creer que la Tierra estaba siendo invadida por extraterrestres. En realidad todo era una dramatización radiofónica, de la clásica novela La guerra de los mundos, del británico H. G. Wells (1866-1946), publicada en 1898.
Fue una noche terrorífica que se le salió de control al director de cine Orson Welles, quien había planeado todo para un especial de Halloween de su serie Teatro Mercurio al Aire, transmitida por la cadena Columbia Broadcasting System (CBS).
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DESCONCIERTO HUMANO Y CRÍTICA POLÍTICA
Hoy se cumplen 85 años de este suceso que marcó un hito en la historia de las comunicaciones del mundo, pero también se cumplen 125 de la publicación de la novela que nutrió su argumento, obra de una de las mentes más productivas de la historia de la literatura universal, H. G. Wells, creador de tópicos de la cultura popular como El hombre invisible o La máquina del tiempo.
El escritor Alberto Chimal, apasionado lector de fantasía, ciencia ficción y los fenómenos sobrenaturales, habla de la importancia de esta novela.
"La guerra de los mundos introdujo a la cultura popular la idea de la invasión extraterrestre. En ella, Wells cristalizó el desconcierto, inseguridad e inestabilidad con respecto a nuestra propia valía y sentido dentro de un universo que incluso, ahora, se está volviendo cada vez más grande ante nuestro conocimiento", explica Chimal.
Sin embargo, advierte que esta novela escondió un trasfondo político que cuestionó al poder de su época, ya que en la historia original es Londres la ciudad que es invadida por marcianos.
"Con esta novela Wells también habló sobre el reconocimiento de la inevitable transitoriedad de la que, en su momento, era la institución más importante del mundo: El Imperio Británico, que era su propia patria. Así, de una manera muy hábil y crítica hizo observaciones veladas sobre las empresas colonialistas de Europa y en especial del Reino Unidos, al poner a los ingleses como los invadidos y no los invasores, cuya tecnología es arrasada sin esfuerzo por los extraterrestres", dice el escritor, quien menciona que la novela fue bien recibida por sus lectores.
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SIMULACRO Y PARANOIA
La versión radiofónica de 1938 se concibió como una serie de reportes noticiosos reales, al principio de la transmisión se dio aviso que se trataba de una ficción, aunque el problema fue que no todos los escuchas pudieron enterarse de ello al haber sintonizado la narración en diferentes momentos, recordó Chimal.
"Welles, ya había hecho con su compañía Teatro Mercurio otras adaptaciones al radio de Julio Verne o Bram Stoker, lo que marcó La guerra de los mundos fue que sí asustó a mucha gente, con algo que después se llamaría un simulacro o falsificación. Algo que creo, que en definitiva terminó por consolidar esa paranoia que percibimos ahora de una probable invasión extraterrestre y del miedo por el otro (que no fue pensada por H. G. Wells)", afirma.
Chimal también destaca la gran calidad artística de Orson Welles, quien se convirtió en uno de los directores prodigio del cine, su película El ciudadano Kane, filmada en 1941 es considerada como la más grande de la historia del cine. También realizó grandes puestas teatrales, entre ellas sus adaptaciones de tragedias shakesperianas, como Macbeth, que hizo con un elenco afrodescendiente, y con evocaciones de la cultura vudú.
Además del caso de 1938, hubo otras transmisiones similares en diferentes décadas y países, como la famosa de Quito, en 1949, que tuvo efectos de gran agitación, las sucedidas en Portugal y en México en 1998, que se realizaron por el 60 aniversario de la original de Welles.
Esto, considera Chimal, es una muestra de "la fuerza que puede tener una buena historia de ficción", pero también de la posibilidad de sembrar ideas "en los terrenos difusos de la superstición", que en definitiva influyen en la realidad.
"Esta superstición está presente en nuestros tiempos, tan sólo hay que ver lo que sucedió en el Congreso Mexicano hace unas semanas. Hay legisladores que en verdad creen en la existencia de los extraterrestres e invitaron a Jaime Maussan a que presentara sus monigotes. Hay que reconocer que nada de eso habría sido posible sin la inserción de la concepción de la invasión extraterrestre en la cultura popular que lograron Orson Wells y H. G.Welles"
Con el avance tecnológico de hoy, se le pregunta al escritor si estamos preparados para afrontar un suceso parecido.
"Hoy estamos en una situación muy complicada y muy riesgosa por la variedad de canales y las posibilidades para crear y difundir noticias falsas e incitar el odio. Es algo que podemos ver en México, Estados Unidos y muchos países. Hay gente que se ha hecho fanática de ideas totalmente absurdas, como los antivacunas o los terraplanistas. Pero no sólo eso, también sabemos que estos canales y herramientas también son usados para campañas políticas, así que los riesgos son muy fuertes".
"En verdad hay que estar muy atentos, pues, además ahora existen las ´Inteligencias Artificiales´, que sería más propio llamarlas ´generadores de modelos de lenguaje", que producen textos e imágenes y voces sintéticas, los cuales pueden engañar a cualquiera, pero aun más, a aquellos que desean ser engañados", finaliza.
Orson Wells fue ampliamente criticado por su versión radiofónica.