Cuando el automóvil arrancó, las mujeres también iban al volante
Un exposición fotográfica rinde homenaje a la presencia femenina en los inicios de la industria automovilística
Bertha Benz subió en 1888 al Benz Patent Motorwagen con dos de sus hijos y recorrió los 180 kilómetros que separaban las localidades de Mannheim y Pforzheim (Alemania).
Durante el viaje, Bertha utilizó trozos de suela y cuero del calzado para mejorar los frenos del vehículo patentado por su marido, Karl Benz. Así, inventó las primeras pastillas de freno. Bertha no fue la única mujer que contribuyó al diseño del automóvil tal y como lo conocemos hoy en día: la estrella de cine Florence Lawrence ideó el primer artefacto para indicar el cambio de dirección y la frenada; y en 1903, Mary Anderson, cansada de parar durante los viajes en ferrocarril para que el maquinista limpiara el cristal delantero, patentó el primer limpiaparabrisas.
EXPOSICIÓN
Hasta el 14 de octubre, la exposición Pioneras, organizada por la Casa Seat de Barcelona rinde homenaje a estas inventoras y a todas las mujeres que contribuyeron a consolidar el automóvil como un medio de transporte utilitario y familiar. A través de fotografías, cuadros, documentos y videojuegos, la muestra cuestiona la imagen masculina de esta industria. "Tienes que conducir de manera habitual y conocer muy bien el vehículo para detectar sus fallos", explica Claudia Crego, comisaria de la exposición junto a José Manuel Mata. Los grandes logros son de unas pocas, pero revelan una verdad común: cuando el automóvil arrancó, las mujeres también estaban al volante.
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La exhibición divide a sus homenajeadas en cuatro categorías: inventoras, aventureras, corredoras y conductoras. Bajo el lema "Ellas también pueden", los grandes fabricantes de principio de siglo patrocinaron a algunas mujeres para explorar el mundo en automóvil. Es el caso de Harriet White Fisher, la primera que recorrió el mundo a bordo de un Locomobile de 40 caballos.
- Y no solo viajaron, también compitieron. A finales de los años 30, la admisión de mujeres en circuitos de carreras dio lugar a una generación conocida como "The Belles of Brooklands", de la que formó parte Kay Petre, conocida como la reina de Brooklands. "Era toda una celebridad pero la historia es muy injusta. La prensa documentó un grave accidente que sufrió en el circuito y su nombre no aparece por ningún sitio pero sí el de su compañero", critica Crego.
Las conductoras son la última parada. En 1907, William K. Russey se convirtió en la primera taxista de Nueva York, y durante la Primera Guerra Mundial, para alentar a las mujeres a incorporarse al trabajo mientras los hombres estaban en el frente, el primer ministro británico escogió a Charlotte Marcsh como su chófer y mecánica.
La reestructuración del orden socioeconómico tras las guerras mundiales devolvió a las mujeres "al lugar que les correspondía": el ámbito privado y a las labores domésticas, lo que implicaba despedirse del automóvil. Los responsables de la exposición explican que "el coche era la antítesis del rol asignado a las mujeres" porque les daba libertad, "les permitía acceder al espacio público cuando quisieran", detallan.
La exposición termina en la década de los cincuenta. A partir de entonces, la publicidad sexista, la cosificación de la imagen femenina, los prejuicios sobre la conducción de las mujeres o el rechazo a estas en los trabajos mecánicos han sido algunos de los factores que formado el rostro masculino del sector que ha llegado a la actualidad: según la EPA de 2022 las mujeres representaban solo el 19,2% del empleo en el sector de la automoción. El porcentaje es inferior en la fabricación y distribución de vehículos (solo el 24% y el 18% respectivamente) y disminuye en los puestos directivos (solo el 8%) según el informe "Women at the Wheel" de Deloitte. El mismo estudio revela que solo el 39% de las mujeres ha experimentado cambios positivos en materia de igualdad.
En este 39% está Marta Blázquez, la primera mujer en presidir Faconauto, la patronal de los concesionarios en España. Blázquez lleva más de 20 años en el sector y explica que la falta de referentes femeninos no fue un obstáculo para su incorporación pero que "una vez dentro, te das cuenta de que todo es homogéneo, demasiadas corbatas. Si querías un hueco, tenías que hacerte valer", recuerda. Para Blázquez la concienciación de la igualdad en los últimos años es clave para "una auténtica transformación" que, asegura, pero los cambios, asegura, "debe ser mental y estructural, si queremos que dure".