Sonidos, creaciones... y más

Después de realizar la primera muestra de música electroacústica se decidió abrir un espacio más para mostrar piezas de diversos compositores dedicados a este género. Este Festival tiene como propósito ofrecer un espacio de intercambio sonoro además de ser una plataforma para difundir la creación y la escucha de la música electroacústica en sus diferentes modalidades y formatos. 

ARTISTAS PRESENTES

WINGEL MENDOZA

Ciudad de México (1982). Inició sus estudios en Composición con distintos Maestros, obteniendo el grado de Licenciatura en Composición Musical por parte de la Trinity Collegue of London (2009). En 2014 obtuvo la Maestría en composición Musical en Holanda, en la Universidad de las artes de

Rotterdam (CODARTS). En 2016 obtiene el grado de Post-Maestría (Meisterklasse) en composición musical con medios electrónicos en Würzburg, Alemania. Recientemente, obtiene su segunda Maestría en Arte Sonoro por parte de la Universidad de Johannes Gutenberg, Mainz, Alemania.

Su música ha sido tocada en México, Alemania, República Checa, Austria, Holanda, Lituania, entre otros.

Ha sido beneficiario del programa “Jóvenes creadores” por parte del FONCA emisiones 2014-15 y 2017- 18. También, ha ganado distintas distinciones y concursos como el primer lugar en el concurso de composición “Armin Knab Wettbewerb für Komposition 2016” (Würzburg, Alemania) con la obra

Cuitláhuac para orquesta. Con la obra “Der Hase des Mondes” (el conejo de la luna) para piano gana el primer lugar en el concurso de composición “Von fremden Ländern und Menschen 2017” (Leipzig, Alemania).

Como Artista sonoro e improvisador, Wingel Mendoza se ha presentado en diferentes festivales y escenarios en México y en Europa, como en Instituto de Nueva Música y Educación Musical Darmstadt (2014), Donaueschinger Musiktage (2016), Sound of Wander – Clase magistral, Milano, Italia (2016), curso

internacional de composición Palendria , Lituania (2016), IMPULS Festival, Graz (2017, 2019), Festival de Música Nueva, Rockenhausen, Alemania (2020), Instituto de Nueva Música y educación musical Darmstadt, Alemania (2020), Festival de Improvisación “Improvisorium”, Wiesbaden, Alemania (2020),

entre otros. Una de las piezas que presenta Wingel es Little sad toy (2021) y nos cuenta su experiencia para la creación de esta pieza.

OMAR ROJAS RUIZ

Tamaulipas, México 1982

Estudió la licenciatura en composición musical en el Centro de Investigación y Estudios de la Música, donde trabajó como maestro de 2002 a 2006 y en 2014; en el 2009 obtuvo la Maestría en Composición en la Academia Janacek de las Artes Musicales y Escénicas, en Brno, Rep. Checa, así como el Doctorado en composición y teoría en el 2012, misma institución en la que actualmente da clases de Historia de la Música Latinoamericana.

Su música ha sido interpretada en diversas ciudades de México, Alemania, Austria, Chile, EE.UU., Eslovaquia, España, Israel, Hong Kong y la República Checa. A recibido diversos reconocimientos por su trabajo y participado en proyectos como la convocatoria “Arte y nuevas tecnologías – Media Art” del ITCA. Durante el 2017 y 2018 fue beneficiario del Programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (México) por mencionar solo algunos.

En el 2015 le fue comisionada la composición de la obra “Sanz Briz” para guitarra y ensamble de cuerdas por el violonchelista y escritor checo Jan Skrdlik, la cual concluyo con la producción del fonograma homónimo por la firma discográfica checa Art Petra Productions en el 2017. Durante el 2016 trabajo como parte de los compositores en el proyecto multidisciplinario “Cinematic Campfire Poetry” de la productora Neoyorquina “Monticello Park Productions”. Del año 2009 a 2014 se desempeñó como guitarrista y compositor del ensamble “Vámonos!” en la Republica Checa. A partir del 2020 es autor e intérprete de la puesta en escena de música infantil “Los Mexicuates”.

Omar Rojas presenta su pieza “Ciudad 1” (2021) y nos cuenta la fuente de su inspiración.

“Los múltiples confinamientos de la presente pandemia nos han dejado muchas enseñanzas, una de las más marcadas probablemente sea el aprecio a la cotidianidad, a todo aquello que pasábamos por alto, en gran parte debido al demandante ritmo de la vida diaria en las grandes urbes, pero que estos prolongados periodos de profunda reflexión nos han enseñado a revalorar e inclusive a extrañar.

En mi caso particular, antes de que la pandemia llegara con este tajante recordatorio, el hecho de llevar más de una década viviendo fuera de mi país me ha llevado en múltiples ocasiones a explorar la nostalgia misma, a acercarme a mi lugar de orígen por medio de representaciones sonoras que en un principio plasmaban a múltiples personajes de los panteones Maya y Mexica, pasajes de la historia de México, para paulatinamente irse convirtiendo en paraderos de microbuses, despachadores, túneles del metro, embarcaderos y tantos otros elementos citadinos de la Ciudad de México que construyen la esencia real de mis orígenes.