Reina Isis alcanzó sus sueños
Reina Isis.
Ciudad de México
Con la lucha libre consiguió dos de sus sueños: ser famosa y conocer Japón.
Desde pequeña, Reina Isis se ilusionaba con ser cantante, con brillar en un escenario y ser abrazada por la fama, pero de golpe y porrazo su madre le dijo que la música no le iba a dejar nada bueno, que de eso no se vive y mejor pensara en otra cosa, apagando momentáneamente su emoción.
Sin embargo, en una tarde de verano, en plenas vacaciones en las que nada tenía que hacer, encendió la televisión para encontrarse con su futuro: Una función de lucha libre.
“Estaba cambiándole de canal cuando me encontré con la lucha. Vi que había mujeres y de repente apareció una que se llamaba Estrellita. Sí, una luchadora güerita que me llamó mucho la atención. Yo tenía como 11 años y desde ahí pensé que algún día yo también podría ser luchadora.
“Pasó el tiempo, ya iba en la preparatoria, pero no se me quitaba la idea de querer ser famosa. Fue que me acordé de la lucha libre y fui al gimnasio Latinoamericano, cerca del metro Merced para entrenar, me inscribí y cuando ya me iba, otra vez mi mamá se opuso y no me dejó”, apuntó Isis.
Terminó la prepa y comenzó a dar clases de zumba, spinning y fitness, con lo que comenzó a ganar dinero. Descubrió que una de sus vecinas era luchadora: la Medusa, quien le recomendó que si quería entrenar fuera a la Arena México.
Su primer profesor fue el Hijo del Gladiador, pero quien asegura le dio todas las bases fue Arkángel de la Muerte.
“Pronto me invitó a formar parte de los Rebeldes Tuareg como ballet y me bautizó como la Reina Isis. Me dijo que le echara ganas, para no quedarme sólo como ballet y entrené con el profesor Colombo. Sólo que para entrar al roster de luchadoras me costó mucho trabajo, pero las mejores cosas son las que tardan en llegar y aquí estoy”.
En mayo va a cumplir cinco años como gladiadora profesional, ya realizó dos giras a Japón, de tres meses cada una y se vislumbra como una de las próximas figuras a seguir dentro del CMLL.
