Quiebran importadores al anularse los amparos
Después de más de una década de dedicarse a la importación vehicular, al menos el 80 por ciento de las Comercializadoras y Agencias Aduanales del ramo cerraron sus puertas, en tanto que el grupo empresarial “Lobo”, uno de los más fuertes en la región, determinó también abandonar esta actividad ya que se ha tornado insostenible al quedar anulados los amparos A-1 y A-3, y ante el panorama negativo esas empresas han optado por cambiar de actividad, reveló Tomás Cantú González.
“Estamos invitados a seguir participando en un par de negocios, uno de ellos en el comercio exterior, pero ya con distintas mercancías a lo que tradicionalmente veníamos manejando que son los vehículos de procedencia extranjera, debido a que esa actividad está prácticamente cerrada para nosotros”, expuso.
El vicepresidente de la Unión de Comerciantes y Empresarios (UCEN), informó que desde agosto del pasado año la situación económica de todos los que se dedican a la importación y comercialización de automóviles cayeron en “bancarrota” ante las decisiones tomadas por parte del Gobierno Federal al cerrarse las aduanas específicamente a los vehículos para importación."Si el gobierno federal fuera sensible se propondría un decreto con valores económicos para que la gente pudiera comprar su vehículo y proceder a la importación”. *Tomás Cantú González, vicepresidente de la UCEN.
El nuevo giro
Tomás Cantú González indicó que la nueva actividad en que estará participando ese grupo empresarial, son la importación de acero y el desarrollo de vivienda (construcción), ya que en el caso del acero, es un insumo industrial muy importante y requerido en la región, que no tiene el mayor problema para su introducción al país, mientras que el ramo de la construcción siempre ha sido socorrido cuando se hace con calidad.
Explicó que los comercializadores de autos no quieren trabajar con el actual decreto de importación el cual encarece los costos entre 35 y 70 mil pesos una importación vehicular.
“Si el gobierno federal fuera sensible se propondría un decreto con valores económicos para que la gente pudiera comprar su vehículo y proceder a la importación, pero esta tendría que ser de entre 10 mil y 15 mil pesos; además no estaría solicitando el gobierno un certificado de origen del vehículo como se está haciendo ahora que es casi imposible conseguirlo”, consideró.