Pide expresidente Fujimori perdón en un video a los “compatriotas defraudados”
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), ha defendido este lunes el indulto al exmandatario Alberto Fujimori, condenado en 2009 a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y ha pedido “pasar página” a los que se manifiestan en las calles por segundo día consecutivo. En un mensaje televisado a la nación, el Presidente ha señalado que Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, “incurrió en transgresiones significativas de la ley, al respeto de la democracia y a los derechos humanos” cuando asumió la Presidencia del país pero que su Gobierno también contribuyó al “progreso nacional”. En un vídeo difundido este lunes en su cuenta oficial, Fujimori ha agradecido a Kuczynski por haberle otorgado el indulto y ha pedido perdón. Desde su habitación en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Centenario, el exmandatario ha dicho: "Soy consciente que los resultados durante mi Gobierno de una parte fueron bien recibidos. Pero reconozco por otro lado que he defraudado también a otros compatriotas. A ellos les pido perdón de todo corazón".
En el primer mensaje que dirige a los ciudadanos peruanos desde el indulto en Nochebuena, Kuczynski señaló que fue la decisión más difícil de su vida pero que lo hizo porque Fujimori ya había cumplido cerca de la mitad de su condena y a sus 79 años, su salud se había deteriorado. “Estoy convencido que, quienes nos sentimos demócratas, no debemos permitir que Alberto Fujimori muera en prisión. La justicia no es venganza”, agregó. Kuczynski reiteró que el indulto se asienta en “razones humanitarias” ante las sospechas de que sea parte de un acuerdo político tras haberse salvado de ser destituido en el Congreso.
El jueves pasado, Kuczynski se libró de su destitución gracias a 10 imprevistos votos de fujimoristas disidentes, por lo que muchos pensaron que había detrás un pacto para indultar al autócrata. Pero el Gobierno peruano lo negó rotundamente. Solo tres días después, la concesión del perdón presidencial a Alberto Fujimori, el hombre más odiado —y más amado por muchos— de Perú desató una enorme crisis política en la que hubo manifestaciones cerca del domicilio del presidente y acusaciones de “traición a la patria” de personas como Verónika Mendoza, líder de la izquierda y clave para el ascenso de Kuczynski al poder.
Todo fue una negociación secreta de alto nivel en la que se intercambió la salvación del presidente por el indulto del autócrata. Kuczynski estaba a punto de ser destituido por “incapacidad moral” por su implicación en el caso Odebrecht, ya que una de sus empresas asesoró a la multinacional mientras él era ministro de Economía. La maniobra para derribarlo fue diseñada por Keiko Fujimori, la hija mayor del autócrata. Pero PPK, angustiado, puso a su gente a negociar a dos bandas.
Por un lado, sus ministros prometieron a los diputados fieles a la izquierdista Mendoza que nunca se concedería el indulto y les pidieron apoyo para evitar que el poder cayera en manos de los fujimoristas. Pero mientras lograba así los 10 votos de Mendoza que necesitaba, por otro lado negociaba otros 10 con Kenji Fujimori, el hijo menor, y otros fieles al patriarca, que lleva meses presionando para salir de la cárcel en la que llevaba 12 años. Kenji, parlamentario, se colocó del lado de su padre, que quería salir de prisión a toda costa, y movió los 10 votos necesarios, rompiendo así el grupo liderado por su hermana, Keiko. Así salvó a PPK, que se libró por ocho votos de ser destituido.
Manifestaciones contra el indulto
Mientras políticos y seguidores fujimoristas celebraban la decisión, miles de personas se congregaron en la plaza San Martín –del centro de la capital– para protestar contra el engaño de PPK. Unas 500 personas llegaron a la esquina de la casa de Kuczynski y la policía cargó violentamente contra ellos, en una calle cerrada el grupo más grande recibió gas lacrimógeno y varazos. Tanto en Lima como en las regiones había convocadas varias manifestaciones.
A pesar de ser Navidad, este lunes se han vivido nuevas protestas en las calles de Lima donde al menos unas 5.000 personas, entre los que había familiares de las víctimas de la represión del régimen fujimorista, marcharon en rechazo al indulto y exigiendo la salida de Kuczynski.
Fue el antifujimorismo el que le hizo presidente, y por eso ese mundo se sintió especialmente traicionado. A partir de ahora PPK ya no podrá apoyarse más en el antifujimorismo, tendrá que buscar a los Fujimori como aliados. Incluso la pequeña bancada de Peruanos por el Kambio (PPK), el partido de Kuczynski, se dividió.
PPK se ha salvado y ahora puede contar con una agresividad mucho menor de los fujimoristas, al menos de momento. El tiempo dirá si el precio que ha pagado ha sido demasiado alto.