Pacto mundial sobre migración

Los estragos provocados por el neoliberalismo en prácticamente todo el planeta, han generado un fenómeno migratorio inédito que ya tiene un alto costo en pérdida de vidas humanas y en políticas hostiles en contra de quien buscan dejar atrás la violencia, la miseria y el desamparo. Según la ONU: En el mundo, existen 250 millones de migrantes, que representan un 3.3% de la población mundial. Sin embargo, éstos contribuyen con un 9% del PIB mundial, equivalente casi 7 trillones de dólares al año.

Tomando esas cifras como un marco de referencia, tendría que decirse que quienes se van de su tierra natal a otro lugar, aportan más beneficios que perjuicios a los lugares a los que llegan, sea de manera legal o no. Juan José Gómez Camacho, el embajador de México ante la ONU, expresó que: "Los migrante tienen que ser reconocidos no sólo porque son seres humanos y sus derechos tienen que ser respetados en todas partes, sino porque además son contribuyentes centrales en el desarrollo internacional".

Gómez Camacho es uno de los más diligentes promotores del primer Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular que ha sido acordado a principios de mes en la sede de Naciones Unidas. Se trata del primer intento para gestionar los flujos migratorios de forma integral y a escala internacional. "Refleja el entendimiento común de los Gobiernos de que la migración que cruza fronteras es, por definición, un fenómeno internacional y que para gestionar con efectividad esta realidad global es necesaria la cooperación para ampliar el impacto positivo para todos", apuntó el Secretario General, António Guterres, durante la apertura de los trabajos de la ronda.

Hay que señalar que: La migración internacional es un fenómeno que obedece a la interacción de causas objetivas y subjetivas. Las causas objetivas de las migraciones mundiales se basa en los desequilibrios regionales, a escala mundial. Las causas subjetivas se basan en la evolución social de la percepción del espacio político–económico. La interacción de ambos grupos de causas se produce en determinados sectores sociales de los países emisores, según las distintas regiones del mundo.

Para mayor abundancia, las migraciones actuales, que tienen su origen en los fuertes desequilibrios existentes dentro de los países subdesarrollados y en los desequilibrios entre regiones ricas y pobres de la Tierra, son movimientos migratorios estructurales y mundiales. Al no responder a un proceso histórico coyuntural, estas migraciones, una vez iniciadas, pueden mantenerse vivas por un tiempo indefinido. Si bien las personas que deciden emigrar constituyen todavía porcentajes muy pequeños de la población de los países emisores, el fracaso del desarrollo en esos países se ha convertido en un potente factor de futuras migraciones; al mismo tiempo, el éxito de los que emigraron funciona igual como un factor de estímulo a posibles emigrantes.

Como se avizora el crecimiento de la migración, la ONU busca que: "El pacto se estructure en torno a 23 grandes objetivos. Entre esas metas, hay algunas genéricas como la cooperación para abordar las causas que motivan la migración o mejorar las vías de migración legal. Pero también hay compromisos concretos, como medidas contra la trata y el tráfico de personas, evitar la separación de las familias, usar la detención de migrantes sólo como última opción o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir salud y educación en sus países de destino".

Así mismo: "Los Estados se comprometen también a mejorar su cooperación a la hora de salvar vidas de migrantes durante sus viajes, con misiones de búsqueda y rescate, y garantizando que no se perseguirá legalmente a quien les dé apoyo de carácter exclusivamente humanitario. Además, los gobiernos prometen garantizar un regreso ´seguro y digno´ a los inmigrantes deportados y no expulsar a quienes se enfrentan a un ´riesgo real y previsible´ de muerte, tortura u otros tratos inhumanos. Los países de origen deberán readmitir siempre a sus nacionales y ofrecerles documentación de identificación adecuados".

La adopción oficial del documento tendrá lugar a finales de este año en la cumbre que se celebrará en Marruecos. Y, aunque no es jurídicamente vinculante, si puede ser poderosísimo políticamente. "No tenemos ninguna duda de que todos los Estados miembros se van a sentir políticamente comprometidos por él y en la práctica totalmente beneficiados", dijo el embajador de México ante el organismo.