Guerra de fake news
A las 3:57 de la tarde del 31 de octubre del 2018, la agencia calificadora Fitch Ratings afirmó la calificación de largo plazo en moneda extranjera de México en BBB+, que se debe entender como "una calidad crediticia satisfactoria, aunque existen tensiones a largo plazo". Esta observación secundaria, explica el agregado: "y revisó la Perspectiva de calificación a Negativa desde Estable"; que implica algo que puede llegar a ocurrir.
En ese sentido, Charles Seville, el analista líder, bien pudo decir que la agencia "revisa las perspectivas de calificación a positiva, desde estable"; lo que de ninguna manera se podría tomar como un espaldarazo a la política económica del gobierno de México y una calificación de bajo riesgo del crédito, tanto a largo como a corto plazo, sobre la deuda soberana, de compañías, bonos y cualquier otro instrumento financiero oficial.
Una de las consejas más certeras es la que dice que: "El pasado no existe, el futuro es incierto; lo único real es el presente". Y, en el presente, la calificación crediticia del país es, según Fitch: BBB+. Lo que venga después, tendrá que atenderse al momento en que ocurra, porque lo mismo puede suceder que México vuelva a ser una potencia en muchos de los campos de la cultura humana y los mexicanos dueños de su destino.
Quizá no sea casualidad que la agencia calificadora de deuda haya agregado la colita; es posible que la intención era prestarse a confusión para dar pie a que cada quien hiciera la interpretación que mejor acomodara a sus intereses, como fue el caso de muchas de las agencias noticiosas con perfil tendencioso que cabecearon la nota por el lado menos amable, diciendo que: "Fitch cambia a negativa la deuda soberana de México", lo que es una reverenda mentira y responde y corresponde a la ´maiceada´.
En el boletín de Fitch, se agrega que: "La revisión de la Perspectiva a Negativa refleja el deterioro en el balance de los riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México, asociados a un posible ambiente de incertidumbre y deterioro en las políticas bajo la próxima administración, así como a riesgos crecientes de pasivos contingentes para el soberano provenientes de Petróleos Mexicanos (PEMEX), frente a un escenario de desempeño económico persistentemente débil en relación con el de sus pares". ¡Újule!
Aducir "un posible ambiente de incertidumbre y deterioro en las políticas bajo la próxima administración", además de mal intencionado es irresponsable, porque esta firma, que debe generar confianza en los mercados, está haciendo lo contrario, y crea dudas que bien pueden aprovechar los especuladores que se han enriquecido a base del manejo de fake news y la siembra de temores en los negocios y los inversionistas.
Mezclando las paridas con las preñadas, agrega que: "así como a riesgos crecientes de pasivos contingentes para el soberano provenientes de Petróleos Mexicanos (PEMEX), frente a un escenario de desempeño económico persistentemente débil en relación con el de sus pares". Ahí, no hay lugar a dudas; el desmantelamiento de la industria petrolera nacional para favorecer la importación de productos petrolíferos, que dejan enormes dividendos a funcionarios de la empresa y empresarios asociados, ha dado al traste con la gallina de los huevos de oro y pasará mucho tiempo para la recuperación.
Ya el resto hace referencias a las posibilidades de que el nuevo gobierno logre el tan esperado milagro de la recuperación y espera tener mayores puntos de referencia a partir de la presentación y segura aprobación del presupuesto de ingresos y egresos del gobierno federal, que tendrá que hacer frente al desafío de las promesas de campaña del presidente electo.
Recomienda un viejo y conocido refrán no hacer cosas buenas que parezcan malas y al caso, habría que decir que se han visto muy mal quienes hacen interpretaciones sesgadas en una guerra de fake news, seguramente no gratuita.
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