Editoriales

Carrera contra reloj

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 04 DICIEMBRE 2019
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Carrera contra reloj

Tan dramáticas como preocupantes fueron las palabras del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, al inaugurar la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebra en Madrid, España, cuando afirmó que: "Lo que falta es voluntad política a la hora de parar la guerra contra el planeta". Sin lugar a dudas, el hombre está destruyendo su hábitat.

En estos momentos, las personas de ciencia y de buena voluntad han entendido que el acelerado proceso de industrialización utilizando energías fósiles, ha traído como consecuencia un altísimo nivel de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global, que ya no hay forma de negar por las demostraciones del cambio climático que afecta los ciclos de recuperación de la tierra y la producción alimentaria.

Apenas, la semana pasada, un informe del Programa de Medio Ambiente de la ONU detalló que el objetivo del mundo por limitar el calentamiento de la Tierra, no ha sido exitoso. Dijo que las emisiones globales deben caer en casi un 8 por ciento anual durante la próxima década para mantenerse en línea con el objetivo de limitar el calentamiento a solo 1.5 grados Celsius (2.7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales.

No se cumplen y es posible que no lleguen a cumplirse porque dos de los países que hacen mayores consumos de combustibles fósiles, China y los Estados Unidos están liderados por políticos a los que los estragos del cambio climático no interesan o consideran que se trata de una mentira con propósitos de mercadotecnia, aunque sus territorios ya se encuentran afectados por el fenómeno. Otro de los reacios, el presidente de Brasil, que ha venido a resultar torpe e insensible, él mismo está propiciando la destrucción de la selva.

Y, si tres de las naciones que tienen peso específico en la economía mundial se mantienen fuera de los acuerdos e incrementan los volúmenes de energía producida con combustibles contaminantes, lo que el resto de las naciones haga, resulta insuficiente. Sergio Bergman, secretario de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable del organismo, explicó que: "El Acuerdo de París plantea objetivos que hoy está claro que no alcanzan. El problema es también que los objetivos que se plantean tampoco se cumplen".

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