75 años...
Gracias a las y los estimados lectores que nos mantienen en sus preferencias y nos brindan su confianza
La casa del pueblo está de plácemes, y lo que fue un anhelo por el verbo libre y la lucha por la libertad de expresión al bien común de la sociedad, hoy sigue vigente y más fuerte que nunca, fiel a sus convicciones por un mejor mañana para la gran familia de la región y el Valle de Texas.
Distinción que nos embarga de orgullo y compromiso a todas y a todos los que conformamos y damos día a día lo mejor de nuestro esfuerzo por esa gran tradición informativa del periódico EL MAÑÁNA, como lo ha sido en más de siete décadas y un quinquenio.
Los largos años de andar el camino en el tiempo, con retos y muchas vicisitudes, son por las que ha atravesado este medio de comunicación que desde su primera edición, con gran entusiasmo, ha tenido como sello el informar a la comunidad de forma veraz y objetiva, donde los juicios de valor van inmersos decididamente en las columnas y son responsabilidad del columnista apasionado de su deber de informar, porque las noticias se dan a conocer tal y como suceden los hechos, regidos por la esencia del verbo libre, sin censurar circunstancias de modo, tiempo y forma.
Esa ha sido la mística del periódico EL MAÑANA y por ello es por lo que se ha conservado en el ánimo de nuestros lectores, que siempre han sido los fieles compañeros de esta empresa editora; un periódico que inició con la visión de informar y fomentar los valores de un pueblo libre y democrático, comprometido con sus raíces y costumbres para construir un mejor mañana para todas las familias.
Sus primeros pasos fueron tiempos de ideales con una iniciativa firme, donde las limitaciones de todo tipo fueron el impulso para, con mucho esfuerzo y dignidad, lograr la credibilidad y la aceptación, misma que ha ido evolucionando de forma paralela a los grandes cambios de la modernidad y adelantos del ritmo global en las distintas disciplinas del cambiante mundo, entre dos siglos de avances del desarrollo de la humanidad.
Para un servidor es motivo de orgullo formar parte de esta tercera generación, de la descendencia de nuestros abuelos Heriberto Déandar Amador y doña Ninfa Martínez de Déandar, ambos con una gran visión, que con dedicación y corazón lograron fundar y empujar al periódico EL MAÑANA, que se ha venido adaptando a los cambios tecnológicos, que de impresión caliente se pasó a la de offset y actualmente se cuenta con tecnología de punta, tanto en el área de impresión como de digitalización.
Todo lo anterior ha sido logrado a base de esfuerzos y fidelidad con la noticia, pero a lo largo de estos 75 años se han atravesado, y a la vez sorteado, etapas de retos que con talento e imaginación es como se han podido superar.
Recuerdo que en la década de los 80´s este periódico fue objeto de una ilegítima persecución política de parte de líderes sindicales, intentando doblegar a sus principales directores, mi tío Heriberto Déandar Martínez y mi padre, Orlando Déandar Martínez, quienes con coraje, empeño y valentía lograron salir avantes de la intención de silenciar a este medio de comunicación, contando con un gran aliado solidario, como siempre merecidamente se le ha reconocido a nuestros amables lectores. Como también lo ha sido la determinante planta de trabajadores de EL MAÑANA, quienes cerraron filas en torno a sus directivos y le hicieron frente a un sindicalismo que se oponía a que EL MAÑANA estuviese informando del juego de intereses.
Superado el reto vino otro, y más feroz, y corrió por cuenta del entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, secundado por su procurador de Justicia, Jorge Carpizo McGregor, quienes por la vía fiscal trataron de exterminar a EL MAÑANA, y otra vez el estandarte del Verbo Libre salió avante a seguir cumpliendo el deber de informar con objetividad.
Con el tiempo, el tradicional periódico informativo, imperante por más de un siglo, como sucede en un mundo que se transforma, el futuro llegó con el advenimiento del Internet, cuyas redes sociales se vieron invadidas por toda clase de medios digitales de comunicación. Sin embargo, en su mayoría, por carecer de una historia y prestigio, no pudieron rivalizar con el periodismo impreso que cotidianamente sale a la vía pública y que en cada edición van respaldando la credibilidad que se han ganado a través de los años y, en el caso de esta editora, como ya lo mencioné, a través de 75 años y a la fecha sigue ofertando contenidos y presentaciones al gusto de lo que demandan los tiempos, las lectoras, lectores y nuestros respetables anunciantes.
Siendo imperativo en esta especial celebración expresar mi sentimiento de admiración y respeto a todas y a todos los que estuvieron y están con nosotros firmes y comprometidos por seguir el camino día con día, desde los empleados de redacción, administración y los de producción, muy valiosos y fundamentales para esta Casa Editora.
De esa camada, por razones cronológicas, muchos se han ido a la vida eterna, pero siguen presentes entre las filas de EL MAÑANA hoy y siempre; algunos que han estado laborando por más de 50 años y, de ahí nuestra admiración y gratitud por ser tan leales y muy esforzados con esta empresa que hoy refrenda su compromiso de informar con veracidad. Gracias, muchas gracias por su entrega con pasión por contribuir a que EL MAÑANA esté celebrando 75 años de existencia.
El Verbo Libre sigue presente y con la mira inquebrantable en un mejor mañana para esta región que lo vio nacer e impulsó para que el esfuerzo de las familias de ambos lados de la frontera diera el fruto merecido de su desarrollo integral, que hoy es tangible para esta gran región de extraordinarias mujeres y hombres de convicciones. El periódico EL MAÑANA siempre será la casa del pueblo, como hace 75 años.
Para todas y todos ustedes, nuestra más sincera gratitud y reconocimiento.