30 años, no es nada
Por fin, el 12 de mayo de 1988, se dan por terminadas las negociaciones y se firma el Tratado de Misiles Nucleares de Alcance Intermedio, casi seis meses después de que se estableció, el 8 de Diciembre de 1987, el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares entre los Estados Unidos y la URSS, a fin de velar por la paz y la seguridad internacional; reforzar la estabilidad estratégica global y reducir el peligro de guerra. Por EU firmó Ronald Reagan y por la URSS, Mijaíl Gorbachov.
El Tratado establecía en su artículo 4º, que: "Cada parte deberá eliminar todos sus misiles de alcance intermedio y los lanzadores de estos misiles, así como todas las instalaciones y equipos auxiliares de las categorías mencionadas en el Memorándum del Acuerdo, relacionadas con tales misiles y lanzadores, de forma que dentro de tres años, a más tardar, tras la entrada en vigor de este Tratado y, en lo sucesivo, ninguno de los misiles, lanzadores, instalaciones y equipos auxiliares sean poseídos por las dos Partes". Se pensó entonces que era el fin de la guerra nuclear.
Inclusive, en el artículo 5º se dice: "Cada Parte eliminará todos sus misiles de alcance corto y los lanzadores de dichos misiles, y todos los equipos auxiliares, según figura en el Memorándum. De modo que dieciocho meses después de la entrada en vigor del Tratado, y en lo sucesivo, ninguna Parte posea estos misiles. (...)"; y en su artículo 6º : "Después de la entrada en vigor del Tratado y en lo sucesivo, ninguna Parte podrá: a) producir o probar misiles de alcance intermedio así como sus fases o lanzadores, o b) producir o probar misiles de alcance corto, así como sus fases."
Eran los tiempos en que se pensaba que la Guerra Fría había terminado y que las potencias que pretendían apoderarse del planeta habían desistido en un afán civilizado de cooperación para el desarrollo, en el marco de los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas; pero, poco duró el gusto, porque si acabaron los enfrentamientos armados, empezó la embestida financiera.
La dominación mundial ya no se dio por las armas, sino por la penetración y el dominio capitalista que ha generado unos cuantos potentados extraordinariamente ricos, a cambio de millones de seres humanos que lo han perdido todo, hasta la esperanza y que ahora van en busca de un modo más humano de ganarse la vida, siendo rechazados con todo tipo de obstáculos por los ahítos que no aceptan la generosidad y la solidaridad como muestras del más elevado sentido humano.
Ahora, del dominio del capital salvaje, que va como las plagas de langosta, engullendo todo a su paso, se ha retrocedido a la época de la barbarie moderna, renegando de los acuerdos que fueron tomados en un momento luminoso para la humanidad. Cumplidas tres décadas de los históricos acuerdos, una de las partes, los Estados Unidos, decidió retirarse, disque porque habían ocurrido violaciones inaceptables de parte de Rusia, aunque hubo gran controversia al respecto y se exigieron pruebas.
El presidente Donald Trump dijo que los Estados Unidos se retiraba porque Rusia había violado el tratado de las Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) de 1987, según declaraciones a periodistas. El acuerdo prohíbe los misiles de mediano alcance lanzados desde tierra, con un rango de entre 500 y 5.500 km (310-3,400 millas). Los nuevos detalles de las 6 superarmas de Rusia que Putin asegura podrían dejar inservible el sistema de defensa de la OTAN.
"EU no dejará que Rusia salga y haga armas mientras a nosotros no se nos permite", dijo Trump.
En respuesta, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, también anunció que suspendía su participación en el acuerdo; pero, además indicó que su país empezaría a desarrollar un nuevo misil hipersónico de rango medio e hizo la advertencia de que no quiere ser arrastrado a una costosa carrera armamentista. "En todo caso, dichas armas no serían desplegadas en Europa ni en ninguna otra parte a menos que armamento estadounidense similar sea movilizado primero", dijo.
"Nuestros socios estadounidenses anunciaron que están suspendiendo su participación en el tratado, nosotros también suspenderemos la nuestra. Todas nuestras propuestas en esta esfera, como sucedió antes, se mantienen sobre la mesa, las puertas para conversar están abiertas", añadió.
Las tres décadas de contención de la carrera armamentista de las dos potencias no fueron suficientes para calmar las ansias bélicas ni para reencausar la producción de cada vez más sofisticados armamentos para paliar las graves carencias que padece la humanidad.
¡Vaya retroceso!
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