Todos a cuidarnos
No pretendo ser alarmista, pero como que ya es tiempo que las autoridades del sector salud empiecen a concientizar a la población sobre las medidas que debemos tomar en cuenta en caso de que nuestra querida Reynosa sea atacada por el coronavirus.
Esta epidemia, aun no declarada como pandemia, ya llegó a México. Hay casos confirmados en Culiacán y CDMX, y de ahí puede extenderse a nuestro México lindo y querido si no se ataca como debe ser.
Por lo pronto el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, HUGO LÓPEZ GATTEL RAMÍREZ, en la conferencia mañanera de ayer, y en presencia del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR habló sobre el tema y dijo que ya se está desarrollando un plan de acción para garantizar la salud de los mexicanos.
La noticia se supo desde temprano y por ello muchas personas acudieron a farmacias y supermercados para abastecerse de lo necesario para estar prevenidos. Y lo primero que están volando son las mascarillas tapa bocas y las botellas de gel antibacterial.
Aguas camarón, todos a prepararnos para lo peor, aun y cuando nos digan que las posibilidades son mínimas.
Al margen de lo anterior, muy activo estuvo el mundo político en esta semana que laboralmente hoy concluye, y los agarrones siguen siendo en las alturas.
El presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no le afloja a la estrategia de demostrar que tenía razón cuando aseguraba en campaña que los gobiernos neoliberales se estuvieron despachando con la cuchara grande durante cinco sexenios. Lamentablemente los hechos le están dando la razón.
Pero también deplorablemente él ha estado fallando en la instrumentación de sus políticas públicas tanto en el rubro de salud como en el de energéticos en donde como nos dicen una cosa, luego nos dicen la otra.
Y esa incertidumbre acalambra a los señores del billete que ya se habrán sentado a embuchacarse con él unos suculentos tamales de chipilín y haber comprado 1500 millones de pesos de boletos para la rifa que hará varios millonarios en la noche del 15 de septiembre, pero eso no será suficiente para que fluya la inversión y comience a caminar la economía, que aquí en Reynosa está ya al ras del suelo.
Los negocios ya se quejan de la ausencia de clientes y los que van lo mismo a supermercados que restaurantes compran la mitad de lo que antes hacían, y encima la delincuencia despachándose con la cuchara grande asaltando a mansalva a los automovilistas.
Por otro lado, los agentes de Tránsito constituidos en enemigos públicos número uno de los negocios de comida con bebidas alcohólicas. Andan prácticamente a la caza de los automovilistas que salen de ese tipo de negociaciones.
Tengo reportes de que los paran sin haber cometido falta alguna, solo para preguntarles de donde vienen y hacia dónde van, y luego al responder el automovilista, el perspicaz y con olfato de lobo, el agente le dice: usted huele a alcohol.
Me sorprende que a ILEANA MAGALLÓN, la secretaria de Seguridad Pública del municipio, que eso es un decir porque no se cuenta con un solo gendarme para vigilar la ciudad sino solamente puntillosos agentes de Tránsito no le lleguen a sus oídos las quejas de los automovilistas. Porque la conozco sé que es una persona honesta que por lo mismo no acostumbra a comer en el mismo plato de los subalternos, pero no obstante lo reiterado de los abusos no parece darse cuenta.
Alguien tendrá qué poner orden porque los dueños de los negocios como restaurantes y bares ya están al ras del suelo. Por un lado, tienen clientes con poco dinero y por el otra, clientes que mejor ya no quieren salir.
Así se acabaron la prosperidad de la zona rosa, si no pregúntele a la gente de nuestra querida Reynosa cómo se convivía en medio de seguridad en ese sector. A los agentes de Tránsito no les permitían que anduvieran cazando automovilistas porque de eso bien se encargaban los alcaldes de la época. Incluso cuando se efectuaba la entonces tradicional feria de Reynosa, recuerdo que el entonces alcalde RIGOBERTO GARZA CANTÚ les prohibió a los agentes viales que anduvieran patrullando por el bulevar Hidalgo. Bien sabía que lo hacían solo para detener automovilistas provenientes de la entonces famosa fiesta del pueblo, en donde se expendían comida y bebidas alcohólicas.
Y es que a los agentes no es que les interesara prevenir la comisión de choques vehiculares ni mucho menos. Sabían que los que venían de la feria traían aliento alcohólico, que es muy distinto a andar en estado de ebriedad y ahí sí, por seguridad del propio automovilista no se le debe permitir que siga conduciendo su unidad.
De veras, tienen que intervenir como antes lo hicieron los alcaldes. Lo que más sorprende es que los organismos privados ni pío dicen no obstante la afectación que están sufriendo los socios de sus respectivas agrupaciones.
Y ahí va transcurriendo la vida en nuestra querida Reynosa en medio de la inseguridad. El colmo es que ahora hasta los magistrados estatales le entraron con su bate a este problema con lo que de pasada están jugando las contras al gobernador del Estado, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, quien con mucho empeño trata de disminuir la inseguridad, nomás que en esta semana dos hechos hicieron pedazos esa intención.
Uno fue la detención de varios policías estatales acusados de andar secuestrando. El otro, fue la liberación de dos plagiarios en el Tribunal Supremo de Justicia de Tamaulipas, que no deben pasar por boba esa libertad. Nadie, incluyendo los niños, van a creer que fue en aras de someter ese asunto como dicen los abogados, al imperio de la Ley.
De veras, le están jugando rudo al gobernador García Cabeza de Vaca.
Y es que, mientras el mandatario visitaba una agencia de investigación y seguridad allá en Nueva York para traer nuevas técnicas de investigación, aquí los magistrados se despachaban con la cuchara grande.
Pero bueno, los garrotazos ya los acomodaron y de por sí la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad pública está bastante frágil, ahora hasta los jueces le entraron a la fila de los batazos. No se vale, hoy en día les pagan hasta donde yo sé, muy dignamente, pero estamos viendo que esto no es cuestión de salarios sino de conciencia.
Y por hoy, BASTA.
gilberto.banda@hotmail.com
gilberto.banda@elmanana.com
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