Tamaulipas no marchó

Los estadounidenses tomaron las calles para exigir una nueva legislación más restrictiva en la venta de armas de fuego durante el sábado. Los habitantes de grandes ciudades como Washington D.C., Chicago, Nueva York, Los Ángeles, Seattle, Boston, Filadelfia y Houston participaron en las manifestaciones que traspasaron las fronteras a Londres, Ginebra, Sídney y Tokio. 

En México, país directamente afectado por el holgado entramado legal norteamericano para el comercio de pistolas y fusiles, pasó de largo el tema. En Tamaulipas nadie quiso unirse al llamado bajo el lema #MarchFourOurLives.

El movimiento pacífico brotó después de que un adolescente mató a 17 personas en una escuela de Parkland, Florida. Este asesinato colectivo se suma a otros casos de tiroteos que han dejado cientos de víctimas en los últimos años en Estados Unidos. La situación ha empeorado con el posicionamiento pro armamentista del presidente Donald Trump.

Tamaulipas no marchó a pesar de que es una problemática que lo afecta diariamente. Los puentes internacionales con Texas son las puertas del tráfico de armas de fuego a territorio mexicano, de acuerdo con informes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) del gobierno norteamericano. 

El 70 por ciento de las armas incautadas por la autoridad mexicana entraron por los pasos tamaulipecos. El porcentaje significa 73 mil 684 armas de varios calibres contabilizados entre 2009 y 2014, mediante operaciones encubiertas implementadas en la franja fronteriza. 

En este contexto, la periodista inglesa Juliana Ruhfus mostró el tráfico de armas en McAllen y el efecto violento en Tamaulipas. “Un día de julio de 2017, contraté a un exagente de las fuerzas del orden de los EE.UU. para comprar un rifle de asalto AK-47 en mi nombre. Estábamos en McAllen, una ciudad que se extiende a través de la frontera entre Texas y México. Del lado mexicano, se llama Reynosa, y es el hogar de una guerra mortal entre los cárteles de la droga…”, escribió la reportera.

Ruhfus recorrió Ciudad Victoria acompañada del mando de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Tamaulipas, Edgar Vallejo Arosa. En una breve diálogo afuera del penal de la capital, el policía repitió un dato terrorífico de los enfrentamientos del año pasado en el centro penitenciario. Los prisioneros tenían un suministro de alrededor 6 mil balas y aunque fueron gastadas o decomisadas, agregó, sospechan que hay más armas escondidas dentro de la cárcel.

Si nos basamos en la información del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, podemos considerar que hay una alta posibilidad de que las municiones y los rifles utilizados en los enfrentamientos del penal y los cientos que hay a diario en Tamaulipas y otras entidad llegaron por la frontera texana, gracias a las leyes flexibles americanas. 

De acuerdo con el ICE, un militar en retiro condecorado, un soldado desertor, 3 mujeres y 12 hombres, entre mexicanos y estadounidenses, han traficado armas de fuego en los recientes cuatro años. El destino final de los fusiles, arma más contrabandeada, son los grupos delictivos que operan en la entidad. 

Empero, los políticos mexicanos callan sus discursos pacifistas por los tiempos políticos electorales. Mientras, los que observamos y coincidimos con un alto al baño de sangre, nos quedamos con las palabras de la sobreviviente del tiroteo de Parkland, Emma Gonzalez. La joven dijo: “Luchen por sus vidas antes de que sea el trabajo de alguien más”.

Para la semana

1.- Quedan cuatro días para que el gobierno estatal y los ayuntamientos difundan lo que cada quien considere logros u acciones que les favorecen y por las que la ciudadanía debería votar una vez más por el PAN y PRI.

2.- El latente paro de labores de los policías tamaulipecos en pleno auge turístico. Un sector de la SSP ha mostrado su descontento por los movimientos ordenados por el secretario de seguridad Augusto Cruz Morales.

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