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Revolución y rebeliones
Hoy me propongo publicar una nueva serie de artículos en las que analizaré el espíritu y causas sociales profundas en México, levantamientos armados, revueltas y asonadas, desde los relámpagos del amanecer del siglo XVI durante el orden colonial, hasta el siglo XX del México moderno.
El caso de la Conquista en México y su éxito estuvo íntimamente vinculada contra la élite gobernante de su época, es decir, el resentimiento acumulado de las tribus subyugadas y tributarias del imperio mexica, cuyo sentimiento de patria no rebasaba los límites del imperio de la Gran Tenochtitlan; estaban rodeadas de enemigos, el adelantado y capitán general Hernán Cortés, como soldado y diplomático, se dio cuenta del fenómeno anterior, estableciendo alianzas con los pueblos tributarios. La presencia de tropas españolas en tierras de la gran Tenochtitlan fue percibida como una oportunidad de libertad; no era posible que 500 hombres conquistaran un imperio de más de 15 millones de habitantes, de tal suerte que el indio se conquistó a sí mismo.
El movimiento de Independencia de 1810 fue un gran movimiento impulsado esencialmente por sacerdotes y militares criollos, encabezados por don Miguel Hidalgo y Costilla, la revolución social transformadora, el movimiento de Reforma encabezada por don Benito Juárez.
La Revolución Mexicana de 1910-1920, iniciada por el campesinado revolucionario mexicano, tuvo una gran influencia, gran epopeya e historia, se reflejó en la literatura, el cine, el muralismo mexicano destacando sus caudillos con machete y sus cananas; los soldados federales o pelones no pudieron contener el espíritu del pueblo en armas.
La historiografía mexicana es muy rica en movimientos y levantamientos campesinos, por esto entraré en esta nueva fase de un análisis del origen de estos, muy desconocidos por cierto. Recurriré a fuentes primarias de la historia mexicana para responder a interrogantes del espíritu de lucha por la justicia y libertad desde el amanecer prehispánico hasta la Revolución Mexicana de 1910. Poniendo total atención en sus causas de levantamientos de grupos sociales esencialmente campesinos, pueblos oprimidos, peones acasillados, rancheros, indígenas, negros, quienes iniciaron revueltas cuyo tema esencial era la tierra, los derechos de agua, excesos de autoridades locales, derecho de pernada y otras causas. El clero, desde la Conquista, fue el aliado del estado colonial para la creación del drama con profundas raíces étnicas.
Las rebeliones y revueltas agrarias en México hunden sus raíces desde el periodo precortesiano hasta el siglo XX, reflejándose en el continente de América Latina, que admiró la filosofía de los anhelos del pueblo mexicano en busca de justicia, libertad, independencia y Revolución. A José Martí nuestro país le permitió nutrirse de las ideas liberales y reformadoras para iniciar la Independencia de su patria querida Cuba, dejando una huella imborrable y compromiso histórico que aún permanece indeleble. (Internacionalista)