“Que los errores del pasado no te definan”

¿Quién de nosotros no hemos cometido errores? Desde los más minúsculos hasta los más garrafales. Les puedo asegurar que todos, sin excepción, los hemos cometido. Sólo que hay algunos más valientes que otros y que deciden tomar el toro por los cuernos para convertir los errores en aciertos. 

¿Cómo es eso? ¿Cómo se puede convertir un error en acierto? Es una realidad que no podemos borrar ni un ápice del pasado, sin embargo, lo que sí podemos hacer es aprender de él. La vida es como ir a la universidad y algunas materias te van a gustar y otras no, no obstante, para graduarte es indispensable cursar todo el programa curricular. 

En el trayecto de la vida, te vas a encontrar con personas que juzgarán tu pasado y posiblemente se alejen de ti por aquello que en su momento hiciste. Habrá personas que podrán ver más allá de lo sucedido y reconocerán quién realmente eres. Sin embargo, lo más importante, más allá de los acontecimientos y de todo el desastre, es la lección que había para ti y la determinación de tomarla e integrarla a tu vida y cuando eso sucede el error se habrá convertido en acierto. 

De hecho, cuando escucho testimonios de grandes líderes, descubro que detrás de cada uno hay historias muy difíciles, con errores y fracasos, no obstante, ellos decidieron renunciar a ser víctimas y eligieron darle un sentido y propósito a su vida. 

¿Cuál es el error que te persigue en tu vida? Seguramente quisieras dejarlo atrás y hoy yo te diré lo contrario, en lugar de huirle a tu problema o error, enfréntalo y colócalo en el expediente de tu crecimiento. Pregúntate, ¿Quién decido ser a partir de esto? ¿Qué es lo que hoy puedo ver en mí, después de lo sucedido? ¿Cómo puedo convertir esto en combustible para mi vida? 

No importa que haya sucedido. Tal vez el error que traigas a cuestas sea por una situación de traición, abuso, ingenuidad o tal vez depositaste tu confianza en un lugar incorrecto o te enfrentaste a adicciones, haya sido lo que haya sido deja de lamentarte y en lugar de verlo como una carga que arrastras en tu vida, dale un giro y hazlo una de tus mayores bendiciones. 

Cuando me enfrento a testimonios de sobrevivientes de cáncer me impresiona escuchar cuando afirman que lo mejor que les pudo suceder fue tener cáncer, porque después de él, pudieron valorar lo que es verdaderamente importante en la vida, dejaron de preocuparse por banalidades y aprendieron a priorizar su vida.  No esperamos a vivir algo así para apreciar lo que hoy tenemos y lo que hoy somos. Celebrando lo que hoy somos y lo que nunca seremos.  

Hoy quiero invitarte a que veas tu “error” con otra mirada y puedas reconocer que eso que sucedió era justamente lo que necesitabas para pulirte y convertirte en la persona que hoy eres. Necesitamos voltear al pasado y decir ¡Gracias! Gracias a ese ex del infierno (que hoy te hace elegir mejor), gracias a esa adicción en la que tropezaste (que hoy te hace disfrutar el estar consciente), gracias a esa amiga o socio que te traicionó o viceversa (que hoy te hace ser más selectivo) Porque precisamente ahí radica el valor de afrontar las consecuencias y pagar el precio para seguir construyéndonos. Necesitamos dejar ir la culpa para que llegue la responsabilidad, requiramos dejar ir el papel de víctima para que llegue la acción, precisamos dejar ir la lamentación para que llegue la voluntad. 

Un error se puede convertir en acierto en el momento en el que nos perdonamos, aprendemos la lección y nos fortalecemos de él y nos pulimos a través de él. Si alguien en tu camino no puede con tu “pasado”, es simplemente porque esa persona no es para ti. El pasado no nos define, lo que nos define es lo que hemos hecho con él. Si yo pude (siendo el rey de los errores), tú también podrás. Yo te acompaño. Nos leemos la próxima semana. #Anótele 

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