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¿Por qué Clara?

  • Por: EUNICE RENDÓN
  • 16 DICIEMBRE 2023
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¿Por qué Clara?

Taboada busca convencer a la ciudadanía de que la disyuntiva está entre querer vivir como en la Benito Juárez o como en Iztapalapa

No es casualidad que todas las encuestas apunten a que Clara Brugada será la próxima jefa de Gobierno de la CDMX. El amplio margen que mantiene frente al candidato de la alianza opositora se explica por varios motivos.

Taboada representa más de lo mismo que ha llevado a la oposición a pique. Privilegio y desconexión con la realidad de la mayoría. Encabeza una coalición electoral sin valores comunes y en la que los intereses individuales están por encima de la unidad; más allá de sus pretensiones electorales, el Frente Amplio no ha mostrado la existencia de un proyecto claro de gobierno.

Lo más llamativo, sin embargo, no es eso sino el uso de su status quo como herramienta de propaganda. Taboada busca convencer a la ciudadanía de que la disyuntiva está entre querer vivir como en la Benito Juárez o como en Iztapalapa, cuando la verdadera pregunta debería ser quién tiene el mejor proyecto, propuestas, equipo, experiencia y capacidad para gobernar toda la ciudad.

Ambos precandidatos vienen de gobernar una fracción de la gran diversidad capitalina. Fracciones que, por demás, son muy disímiles en varios niveles, como su tamaño, densidad demográfica, nivel socioeconómico, educativo y de seguridad, solo por mencionar algunos.

La pregunta, acaso entonces, debería ser cómo recibieron y cómo entregaron cada uno de ellos las alcaldías que gobernaron. De otro modo, podríamos caer en los sensacionalismos y adjudicaciones tramposas de realidades que responden a un contexto histórico y no al éxito de una gestión al frente de una alcaldía. En otras palabras, aseverar que el bienestar económico y social de la Benito Juárez es un logro de Taboada equivaldría a sostener que ambos precandidatos asumieron responsabilidades y desafíos idénticos, lo cual no solamente es falso, sino que invalida la gran desigualdad que existe en la sociedad mexicana. Solo dos datos: Benito Juárez tiene menos de la cuarta parte de la población y de la superficie de Iztapalapa, además de ser la alcaldía con el menor grado de marginación en la CDMX desde antes de la gestión de Taboada.

 El precandidato del Frente Amplio ha hablado de la importancia de la seguridad, la movilidad, el acceso a servicios y la calidad de vida de las personas; justo los logros más visibles de Clara Brugada. Más allá de las cifras positivas que avalan la gestión de Brugada, quizás lo más valioso es su visión a largo plazo, cosa que la mayoría de políticos evita por ser costosa y no dar resultados inmediatos. Clara apostó por un ambicioso proyecto de prevención social de la violencia, inclusión y economía social que, si bien ya ha comenzado a rendir frutos, augura un futuro todavía más próspero para las generaciones que seguirán beneficiándose de los cambios que logró.

 Su apuesta apunta hacia la construcción de UTOPÍAS. Pero no solamente como aquellos proyectos de urbanismo social que disminuyeron la brecha social y atenuaron algunas de las carencias con las que debieron crecer generaciones de mexicanos en Iztapalapa. Sino como un proyecto que busca la construcción de una ciudad más justa, que considere a las diferentes geografías que conforman el territorio metropolitano, que reconozca las necesidades diferenciadas de los distintos sectores sociales y la diversidad de grupos y personas que caracteriza a la capital. Pensar en una utopía, es trabajar por materializar el sueño de una Ciudad de México con mayor bienestar para todas y todos.

La propuesta de Clara, lejos de contribuir al discurso polarizador que discrimina y distingue clases sociales, apuesta por un proyecto común que, mediante un proceso participativo logre una ciudad más sostenible, innovadora, inclusiva, cohesionada, justa y pacífica.


@EuniceRendon

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