PARTAMOS DE CERO
Dejar de fumar, no volver a fallar en el voto de fidelidad, llevarse mejor con el cónyuge o con la familia política, consumir menos bebidas embriagantes, hacer más ejercicio y por supuesto perder peso, son los propósitos que aparecen en casi todas las listas de propósitos para el año nuevo. El hecho de que sean los mismos objetivos que nos proponemos hacer año tras año, no importa, si están en la lista significa es que significa que trataremos de cumplirlos, esta vez sí.
Yo les invito a que en lugar de volver a hacer una lista de propósitos para el 2021, simplemente por qué no cambiamos nuestra forma de pensar. Ahora que empezará un nuevo año dejemos atrás el pasado, como algo muerto, que ya no sirve. Olvidemos de todos los fracasos y tropiezos que tuvimos y empecemos de cero, con una actitud de victoria, de triunfo.
No importa lo que haya pasado, ni cuantas veces hayamos intentado ser mejor, este es un nuevo año, y comencemos por creer en cosas positivas.
Hay que convertirnos en personas positivas y para esto hay que empezar por saber callar cuando no tenemos nada bueno que decir de alguno de nuestros semejantes, pues uno de los grandes males del mundo es el daño que podemos hacer los humanos a través de las palabras mal intencionadas.
Debemos proponernos controlar la lengua y saber cuándo ponerle un candado para que guarde silencio y no caiga en el juego del chismorreo, la crítica, el murmurar o despellejar al vecino. En este año nuevo fíjate en todo lo que piensas, pues tus pensamientos se convierten en palabras, y las palabras se convierten en acciones.
Mira bien tus acciones por que tus acciones se pueden convertir en hábitos.
Observa cuidadosamente tus hábitos, porque tus hábitos se pueden convertir en tu carácter, y tu carácter puede convertirse en tu destino. Les propongo que este año no hagan una lista de metas inalcanzables, sino que se concentren en un solo y sencillo propósito: procurar a toda costa el vivir pacíficamente, con más armonía en nuestras familias, que vivamos en paz con nuestros vecinos, con todos nuestros semejantes y aunque cada día parece más difícil encontrar soluciones pacíficas a los conflictos en el mundo, no debemos perder la esperanza de lograr vivir paz, de alcanzar la paz que desea desea Jesús para nosotros.
Entendamos que la paz no es una cosas que salimos a busca, la paz se genera en nuestro interior, hagamos conciencia de nuestros pensamientos.
Cuando encontremos que algún pensamiento nos genera tristeza, rencor, odio, envidia o coraje, desechémoslo en el basurero de pensamientos tóxicos, que se quede ahí sin que contamine nuestro actuar.
Desarrollemos pensamientos positivos, entrena tu mente para relajarse y crear imágenes que te inspiren a ser mejor, toma tiempo y un poco de esfuerzo al principio, pero pronto veras como la oración y meditación ayudan
a mantenerte en calma en medio de un mundo de caos, con lo cual puedes ser un agente pacificador que pueda solucionar conflictos.
Si todos nos esforzamos podríamos vivir en una sociedad pacifica, y aun cuando solo seas tú el que se esfuerce en hacerlo, si buscas estar en paz podrás apreciar lo positivo que tiene tu vida y lo mucho que puedes aportar a los demás.
No importa como haya sido tu comportamiento el año pasado, hoy tienes la oportunidad de comenzar de cero y ser una mejor persona este 2021 a punto de comenzar.
Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.
Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Consejero profesional certificado por la Junta y terapeuta matrimonial y familiar con licencia.
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