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Nacidos para perder, adictos de por vida

Muchos lectores de mis artículos, no creen en mis testimonios, algunos, creen que exagero o que los invento, otros más, muchos de ellos, viven su propia experiencia cuando son las víctimas de esta perra enfermedad, progresiva, perversa del alma, a la que yo llamo La Saliva del Diablo y de la que es muy fácil entrar, pero muy difícil salir, es la enfermedad de la mediocridad, por desgracia, estamos invadidos por este virus a todos los niveles socioeconómicos, sexos y edades, no existe la mas mínima voluntad de enfrentar el caos que destruye vidas, mucho menos hay visión, inteligencia y sabiduría para enfrentar este serio problema de salud pública que desintegra a México, es una enfermedad emocional, progresiva, incurable, contagiosa y mortal.-

El problema es generalizado

Nacidos para perder, adictos de por vida

Son infinidad de niños y jóvenes que caen como moscas ante las garras de las drogas, la mayoría  son de las colonias populares, niños de 8 o 10 años ya andan prendidos del spok, que es una bolsa de plástico con pintura, tinta fuerte, cemento de Resistol 5 mil, o  espray para el pelo, tiner, gasolina, acetona y otros químicos sumamente adictivos y placenteros que se inhalan por la boca, el impacto es directo y fuerte, llega al cerebro rápidamente, entre más se meten, mas quieren, todos los inhalantes son altamente adictivos. Estos niños, muchos de ellos, abandonados, hijos de madres solteras, al cuidado de la abuela, son vagos, imitan lo que su entorno les da, comienzan a fumar para pertenecer al grupo, a la pandilla, y así a usar cerveza u otro tipo de drogas, pasan horas enteras en las esquinas, sin hacer nada, gastan dinero en las máquinas tragamonedas de juegos electrónicos de las tienditas, que también es una adicción, roban, hacen daño a la sociedad, a fin de satisfacer sus necesidades de droga, por una dosis son capaces de prostituirse, o de hacer cualquier cosa, incluso, hasta asesinar.-¿ Son víctimas de la desigualdad social?- 

La irresponsabilidad de las madres

La decadencia de la sociedad, es una tormenta que no tiene fin, estamos dentro del ojo de huracán, sentados, cruzados de brazos sin hacer nada, mientras los robos a casa habitación, los robos de autos, a negocios, los robos hormigas en escuelas y universidades, los robos de cobre, y de tantas cosas, están a la orden del día, como  la violencia doméstica,  sin duda, estamos secuestrados por estos niños y jóvenes adictos, resentidos, ausentes de padre y madre, carentes de valores y educación, estos niños, delincuentes, malhechores, son los futuros y actuales inquilinos de las cárceles, entran y salen de la sombra, no hay un programa de rehabilitación  ni de readaptación, tal parece que los tribunales de menores, como los CERESOS, no son más que una alta escuela, que se gradúan con honores al cometer crímenes, son  cobardes y actores de  delitos imperdonables, pero nadie ve el origen, nadie quiere entrarle al toro a resolver el problema de forma y de fondo, a pesar de que las consecuencias están a la vista de todos, a pesar de que las víctimas de la delincuencia y del llamado crimen organizado, superan cifras de toda proporción guardada, a pesar de los pesares, la prevención, es un tema que está guardado, esperando no seque.