Columnas - Enfoque

Museo del ferrocarril o la nueva ‘Quebradita’

  • Por: JUAN GILBERTO BANDA REYES
  • 20 NOVIEMBRE 2024
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Museo del ferrocarril o la nueva ‘Quebradita’

No obstante que representantes de organismos privados se reunieron con diputados locales para manifestarles su oposición a los aumentos que pretende el ayuntamiento de Reynosa, tanto del impuesto predial como en derechos por cobro de instalación de cajeros automáticos, así como a puestos fijos, semifijos, y no se diga al ambulantaje, pero la bañada a fondo fue el proponer que pasen a la báscula al ferrocarril cada vez que cruce por nuestra madreada y peligrosa Reynosa; nadie duda que el alcaldito CARLOS “Fausto” PEÑA ORTIZ se saldrá con la suya.

Y como lo apunté líneas arriba, no obstante la reunión y explicación por parte de los diputados de que batearán el presupuesto para el 2025 del ayuntamiento, trascendió por oficinas y pasillos del palacio municipal que, aunque los diputados se opongan a que la nueva Ley de Ingresos sea efectiva, va porque va, o séase, que se van a pasar por entre los “güeros” la disposición del Congreso del Estado.

En otros tiempos esa intentona acarrearía jaladas de orejas por parte de la Secretaría General de Gobierno, con la aclaración de que si no hacían caso entonces intervendría el gobernador del estado y con decisiones drásticas.

Pero en los actuales tiempos en los que manda galleta, el MORENA, y eso desde el 2018 con el cuento de que las cosas ya no son como antes, o séase, represivas, toleran que cual más cual menos se les ponga “al brinco”, un desorden que ya está causando efectos lo mismo en el plano político que en el económico, y es que, oiga usted, ninguna administración pública va a poder hacer las cosas bien si permite sublevaciones.

En el pasado, vamos a decir, hasta principios de este siglo, los alcaldes que osaban desafiar al gobernador tenían un triste final, ya bien en pleno periodo o al término del mismo.

Lo vimos con OSCAR PÉREZ INGUANZO, que siendo alcalde de Tampico se encontraba dando de bastonazos por el hoy desaparecido club de golf Cimarron de Mission. Los agentes de la ley llegaron hasta allá, solicitaron el correspondiente permiso y se lo llevaron en volandas hasta el puerto jaibo, en donde permaneció privado de su libertad, aunque en un hospital, hasta que le dictaron sentencia, pero ahí quedó el escarmiento para todo aquel que le quiera hacer al autónomo e independiente.

Y aquí en nuestra querida Reynosa, a LUIS GERARDO HIGAREDA ADAM lo orillaron a poner pies en polvorosa por haberse metido sin permiso del que sería el nuevo comandante en jefe de los priistas a la elección alcaldicia de 1999. TOMAS YARRINGTON RUVALCABA no le perdonó el desafío y lo echó en corrida, pero esos antecedentes como que por aquí les vienen guango. Siguen creyendo que traen al mismísimo diablo agarrado por los cuernos.

No está el horno para bollos y, por lo mismo, para este tipo de aventuras; pero por lo visto CARLOS “Fausto” PEÑA ORTIZ no cree en los aparecidos y se ve que tampoco considera haberle vendido el alma al diablo.

Y es que, oiga usted, los candidatos alcaldicios que hicieron tal cosa piensan que recurrir al apoyo de amistades peligrosas en política esta permitido nomas que una cosa es que sea solapada ese tipo de asociaciones y otra muy diferente que cuando se salgan del carril le salgan con un “fíjate que me acabo de dar cuenta de que recurriste al diablo”, lo que significará abrir las puertas del infierno político, que no hay peor castigo para un presidente municipal, o que no termine su periodo, o que al término se refugie en territorio del tío Sam.

Como no es un secreto que el joven alcalde reynosense pretende ser candidato a diputado federal en el 2027, lo que menos le conviene es entrar al pleito con el Congreso del Estado y menos con el Poder Ejecutivo estatal, que dicho sea de paso su titular AMÉRICO VILLARREAL ANAYA se ve está en muy buenas relaciones con la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, así como con los principales secretarios del Gobierno federal.

No sé qué tan fuertes sean las agarraderas de su mami MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ, pero hasta ella sabe que mandar por un tubo al Congreso del Estado es meterse en una camisa de fuerza, de la que luego nadie va a desabrochar a su tesoro.

Por otro lado, el contorno de la plaza principal sigue semejando una zona de guerra. Los comerciantes, transeúntes y automovilistas ya reclaman esas obras, que ya rebasaron seis meses y no se ve para cuándo.

El desastre no es solamente en los alrededores de la plaza Hidalgo, sino también en la calle Zaragoza, desde a la altura de la calle Juárez hasta la Ocampo de la otrora zona rosa, un sector al que, por cierto, ya le reemplazaron las tuberías de agua y drenaje, y por esos rumbos se han construido plazas comerciales.

Al parecer, hay la intención de resucitar la zona rosa, aunque no con atractivos de centros nocturnos, pero sí de casinos y de alguno que otro mercado de curiosidades, lo que de rebote me recuerda el Museo del Ferrocarril el que al inicio -hará cosa de seis años- con una inversión estimada en 110 millones de pesos; mucha lana para entonces, y más para el tipo de obra que se construyó.

Es un jacalón que no llega a los dos o tres mil metros cuadrados con un revestimiento en su fachada de un mural labrado a punta de cincel, muy bien hecho, por cierto; la regada de tepache es que en el mismo cincelaron figuras de personas de esta localidad que francamente, fuera de sus respectivas familias, no son motivo de orgullo, pero qué se le va a hacer, ya están bien metidos en el gasto.

Lógico, los 110 millones de pesos programados ya volaron, lo último que se atrevieron a decir es que el Museo del Ferrocarril va pintando rumbo a un gasto de los 400 millones de pesos, y lo peor es que no está concluido, que cualquiera diría: “Pues que lo dejen como está y le den uso”.

Lo más paletoso es que solamente pueden utilizar la fachada como escenario, porque lo que es el interior ahí no hay nada, aunque eso sí, el jacalón ha servido para cueva de viciosos del central que se meten fruitivamente, unos a embriagarse y otros a consumir drogas. Lo anterior lo aseguran los vecinos del jacalón del ferrocarril que son los negocios de comida, artesanías, frutas y verduras quienes reclaman pormenores del gasto de tanto dinero en algo que está siendo cueva de viciosos y que podría servir como la nueva sede del bar y salón para bailongos denominado “La Quebradita”.

No creo lo ignoren en el palacio municipal, la coordinación de Comunicación Social se supone monitorea las redes sociales y no creo no hayan leído las denuncias que han hecho ciudadanos cuando en informaciones pagadas en medios feisbuckeros divulgan la inconclusa obra del Museo del Ferrocarril, que ya deberían los diputados locales urgir a una investigación.

¿Y los síndicos y regidores, apá?, esos, amigo lector, usted como yo bien sabemos que solamente están de tapete del alcalde y su mami.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com


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