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Llega otra carta desde el más allá de Adolfo Luque para Luis Gil
Mi muy estimado Luis: Lo que le ocurrió a Aaron Boone, el mánager de los Yankees, contigo, lo desean todos los mánagers del mundo.
Llegaste al equipo como un peor-es-nada, porque alguien tenía que ocupar el sitio en la rotación del operado Gerrit Cole, y ahora, cuando ese estelar ya está recuperado, no hay manera de dejarte fuera, porque tienes record de 6-1, 2.11 en 10 apariciones.
En tu terruño nativo, Azúa, Dominicana, hay una fiesta sin descanso, para celebrar tal éxito.
De paso te informo, que soy nativo de La Habana y fui pitcher en Grandes Ligas desde 1914 hasta 1935. Fui el primer lanzador, no nacido en los Estados Unidos, en lograr una victoria en Serie Mundial, cuando de relevista, en el clásico de 1933, con los Gigantes de Nueva York, les ganamos a los Senadores 4 – 3, el quinto y último juego de ese clásico. Ya había cumplido mis 43 años de edad.
Antes había sido el primer latinoamericano en lanzar en una Serie Mundial, con los Rojos de 1919. Lancé hasta 1935 y después fui mánager, especialmente en México. Me llamaban "Papá Montero".
Pero lo importante ahora eres tú, que a los 25 años de edad, has demostrado que Papa Dios te dio todas las condiciones para ser un triunfador sobre las lomitas de Grandes Ligas.
Sí, Él es el único que puede aportar un brazo poderoso, y capaz de poner los lanzamientos donde los necesitas, es decir, tan cerca del home que el umpire sentencie strike, pero tan lejos que los bateadores no puedan conectar bien.
Eso es todo el secreto del pitcheo Ahora, ¿qué te aconsejo, entonces?.
Cuídate mucho el brazo y todo tu cuerpo. Esa es la maquinaria de tu profesión. Consulta con los médicos y los trainers cuantas veces lo creas necesario y hazles caso, atiende sus sugerencias y obedece sus órdenes. Ellos son profesionales del asunto.
Tienes que concéntrarte en que ningún equipo te puede ganar, nadie es capaz de batearte cómodamente, pero solo pueden vencerte las lesiones, las enfermedades. Cuídate y déjate cuidar por ellos.
Después que uno llega a Grandes Ligas, lo que se desea con toda el alma, es tener una carrera larga. En tu caso, te deseo no menos de 15 años en las Mayores, quizá 20.
Y un dato de obsequio para tus hijos y tus nietos: Fuiste el bigleaguer número, 22 mil 470, cuando el tres de agosto de 2021 hiciste tu debut.
Por cierto, los Twins te dieron un bono miserable, de apenas 90 mil dólares cuando te firmaron en 2015. Pero tu buena suerte quiso que en 2018 te mandaran a los Yankees en un cambio. Por eso tienes un brillante y prometedor futuro a tu alcance.
En este Más Acá, que ustedes llaman Más Allá, estaré pendiente de tus labores. Abrazos, Adolfo.