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Las Cartas desde el Más Allá De John Roseboro para Trevor Bauer
"Una esposa puede ser por cierto tiempo, pero una ex-esposa es para toda la vida"...
Pacomio.-
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-
Mi apreciado Trevor...:
Estoy asombrado. ¡¿Cómo es posible que tú, a los 30 años de edad y en tu décima campaña de bigleaguer, hermoso, atlético, un buen tipo, hayas caído en eso de acostarte, para tú sabes qué, con una muchacha que levantaste por ahí?!.
Eres un tipazo. Aún cuando esa barba y la melena que te has dejado últimamente, te presentan como un desaseado.
Me agradaría ser tu cátcher, porque siempre es un lujo recibirle a un ganador del Cy Young, y tú lo recibiste el año pasado. Yo me sentía de lo mejor cuando era el cátcher de Sandy Koufax (tres Cy Young) y de Don Drysdale (un Cy Young).
Pero quizá ya nadie sea tu catcher, porque estás a punto de perder la carrera debido a que, en la plenitud del acto sexual, le entraste a puñetazos a la dama de la historia. Absurdo, porque por esas alturas del placer, uno más bien brinda protección, dulzura, besos, buen trato a la compañera.
Ahora tienes ese lío judicial encima, y por otro lado, el comisionado, Rob Manfred, quiere suspenderte de por vida y sin honorarios. De ser así, perderías el dinero de lo que falta de la actual temporada, 20 millones de dólares, igual que los 62 millones de 2022 y 2023.
Óyeme, yo tuve mi día malo en. Pero muy diferente. En la tarde del 22 de agosto de 1965, en San Francisco, Juan Marichal lanzaba por los Gigantes y le había tirado dos veces cerca de la cabeza a Maury Wills. Por nosotros, los Dodgers, lanzaba Koufax, quien jamás le acercó la pelota a nadie intencionalmente.
En la segunda entrada del tercer inning bateaba Marichal, y al devolverle a pelota a Koufax, le cepillé la oreja derecha. No quería pegarle la bola, solo demostrarle que sabía lo que él hacía. Pero él se enojó y me atacó a batazos, uno de los cuales me abrió una herida en la cabeza que necesitó 14 puntos de sutura.
Demandé a Marichal, pero él me ofreció un arreglo por siete mil dólares, que acepté. Y terminamos siendo grandes amigos. Es muy buena persona.
Como puedes imaginarte, desde este apacible Más Acá, por donde ando desde el 16 de agosto del 2002, te deseo lo mejor de lo mejor, y que la cosa no te resulte tan costosa como amenaza Manfred.
Al mismo tiempo espero hayas aprendido la lección de que la actividad sexual es un acto de amor sublime y no una sesión de boxeo.
Abrazos, John.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN.- Puedes leer el archivo de "Juan Vené en la Pelota", en "el deporte vuelve a unirnos".