¿La culpa es del burro?

Cuando el arriero no sirve, le echa la culpa al burro, y tal pareciera que en nuestra entidad eso pasa, pero la triste realidad es otra, pese a los miles de elementos castrenses, la violencia ha ido a la alza.

Aunque a nivel nacional fue noticia el tránsito de caravanas de hombres armados en carreteras y los enfrentamientos en diferentes municipios, el clímax de la violencia apenas estaba por venir.

Fue durante este jueves que al menos dos vehículos blindados de la Guardia Estatal fueron declarados pérdida total, uno al terminar incendiado al volcarse cuando acudía a brindar auxilio a sus compañeros, y el otro terminó destrozado por balas de armas de grueso calibre, las cuales fueron disparadas desde un convoy de más de 20 camionetas.

Y es que desde hace varios años, los elementos estatales realizan labores de reconocimiento y vigilancia, además de que fue durante el sexenio de Cabeza de Vaca quienes realizaron la lucha contra el crimen organizado.

Hoy, de nueva cuenta las autoridades federales continúan sin realizar estas labores, debería de ser la Guardia Nacional, la que lamentablemente continúa sin aparecer aunque el índice de violencia ha continuado a la alza.

Ayer fueron dos elementos los que resultaron lesionados, uno de ellos a punto de perder la vida al quedar atrapado entre los hierros de la pesada unidad blindada, la cual terminó reducida a chatarra tras incendiarse.

Hoy fueron otros dos tras repeler una agresión, logrando liberar a varias personas privadas de su libertad. La interrogante es: ¿mañana cuántos serán? Pero lo más importante: ¿cuándo la Guardia Nacional empezará a hacer su trabajo?

También cuenta mucho el apoyo de los elementos el Ejército Mexicano, los cuales de igual forma, pocas veces han sido vistos tras los constantes enfrentamientos entre hombres armados en los límites de Reynosa y Río Bravo, que en la noche del jueves y madrugada de ayer viernes, dejaron el bloqueo de la carretera entre estas ciudades.

Lo más alarmante durante estos últimos días fue el caso de las dos personas que resultaron lesionadas por arma de fuego de manera colateral tras estos hechos violentos registrados a la altura del ejido Palo Blanco y El Guerreño.