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¿Hasta dónde debemos ser vigilantes con nuestros hijos?

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 26 OCTUBRE 2022
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¿Hasta dónde debemos ser vigilantes con nuestros hijos?

En la actualidad, los padres pueden saber en tiempo real lo que sus hijos ven en la computadora, las redes sociales, las imágenes, textos y mensajes que envían por el celular. Con las nuevas tecnologías en los celulares, son capaces de localizarlos geográficamente a través de la señal de su teléfono. Incluso es fácil controlar los canales de paga y los de contenido adulto en su televisión. 

La tecnología permite que se puedan hacer todo eso y más. Es un gran aliado de los padres. Sin embargo, debemos saber cuando estamos cruzando la línea de protección de nuestros hijos para no convertirnos en espías sus espías. 

Estar al tanto de las actividades de los hijos, no le da derecho a los padre de invadir su privacidad. Es cierto que como padres debemos estar vigilantes, pero sin invadir la privacidad de nuestros hijos.

A diario se dan noticias sobre depredadores que, detrás del anonimato usan la internet para relacionarse con los jovencitos, generalmente haciéndose pasar como amigos de su edad, para luego sacar las garras como un león en espera de comerse a su presa.

Para todas estas personas sin sentimientos que se esconden tras las redes sociales, las autoridades tampoco descansan y se mantienen vigilantes.

Tampoco se trata de demonizar las nuevas tecnologías que hacen avanzar la economía, el saber, la ciencia, la transmisión de información. Sin embargo, es preciso destacar que se parte de un a priori muy claro: las nuevas tecnologías son neutrales: ni positivas ni negativas en sí mismas. Todo depende del uso que se haga. 

Habrá que huir de cualquier extremismo: ni todo es censurable ni todo es magnífico. Hay que descubrir los elementos que nos permiten valorar los variados aspectos de las distintas tecnologías con un espíritu reflexivo y ajeno a prejuicios inútiles y la autonomía de nuestros niños y jóvenes.

Es de esperarse entonces que los padres, con toda razón, quieran saber que hacen sus hijos en la internet, pero se enfrentan con el mismo conflicto que los padres de antaño cuando debatían si debían leer el diario de sus hijas o no. Los cierto es que los padres quieren mostrar confianza a sus hijos y dejarles claro que las cosas privadas deben ser exactamente eso, para que aprendan a respetar esos límites.

Los padres de hoy en día saben del peligro del uso de drogas y alcohol en edades tempranas. Las noticias les dejan claro la magnitud del alcance de las redes de pornografía, y de las técnicas utilizadas por los depredadores en la internet. Pero también están conscientes que deben estar atentos y vigilantes de todas las actividades de sus hijos, ahora más que nunca deben de saber quienes se encuentran dentro de su círculo de amistades, que clase de relación tienen con sus hijos, y en qué actividades participan. 

Como lo hagan es decisión cada padre de familia de cuidar de sus hijos, con o sin el consentimiento de ellos es un asunto que debe abordarse en familia. Incluso los jovencitos no tienen por qué enterarse de las técnicas usadas por mamá y papá para mantenerlos seguros. Es una obligación de amor de los padres el saber todo lo que los rodea, si quieren librar a sus hijos de los peligros que los acechan.

Es decir debemos adentrarnos en este mundo e informarnos.

Y recuerda que Dios te ama y yo también. Msgr. Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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