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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS

  • Por: MEGAN SWEENEY
  • 17 DICIEMBRE 2021
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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS

Una evaluación de riesgos es una herramienta fundamental para la protección de trabajadores y la de su empresa, así como para el cumplimiento de la ley. Lo ayudará a poner el foco en los riesgos que realmente son importantes en el lugar de trabajo: aquellos que tienen un potencial real para provocar daños.  En muchos casos, la toma de medidas claras y directas puede prevenir y controlar los riesgos rápidamente; por ejemplo, mantener cajones cerrados evita daños. Para la mayoría de las personas, esto implica tomar medidas simples, económicas y efectivas para asegurarse de que su activo más valioso, su fuerza de trabajo, esté protegido.

Todos los empleadores deben llevar a cabo una evaluación de riesgos en sus establecimientos. 

La ley no exige que usted elimine todos los riesgos, pero sí requiere que proteja a las personas en la medida en que sea razonable y factible. Esta guía le indica cómo lograrlo siguiendo cinco pasos. Esta no es la única manera para hacer una evaluación de riesgos; pueden aplicarse otros métodos, en particular para riesgos y circunstancias más complejas.  Sin embargo, consideramos que este enfoque es el más directo y transparente para la mayoría de las organizaciones.

¿Qué es una evaluación de riesgos?

Una evaluación de riesgos no es más que un examen cuidadoso de aquellos aspectos que en su lugar de trabajo podrían causar daño a las personas, de manera de permitirle decidir si ha tomado precauciones suficientes o si necesita hacer más para prevenir daños. La intención es asegurarse de que nadie salga lastimado o se enferme. 

Los accidentes, las lesiones y las malas condiciones de salud arruinan la vida de las personas y afectan de manera adversa su negocio porque pueden implicar la pérdida de productos, daño de alguna máquina, aumento de costos de seguros o la obligación de presentarse ante la justicia. 

Se requiere por ley que evalúe los riesgos en su lugar de trabajo. Los aspectos importantes a decidir son: si un peligro es significativo o no, y si lo tiene controlado o no a través de medidas de precaución satisfactorias de manera que el riesgo sea bajo. Esto debe ser corroborado cada vez que usted evalúe riesgos. 

Por ejemplo, la electricidad puede ser letal pero el riesgo de muerte por electricidad en un ambiente de trabajo como una oficina es remoto, siempre que los componentes ´vivos´ estén correctamente aislados y las cajas metálicas correctamente aseguradas con descarga a tierra.

No se complique demasiado. 

En muchas empresas, puede que los peligros sean muy evidentes. Controlarlos puede ocurrir como parte del sentido común pero es necesario hacerlo activamente. Es posible que usted ya sepa, por ejemplo, si tiene maquinaria que puede provocar daños, o si hay un acceso o una escalera ubicados de tal forma que puedan lastimar a las personas. 

De ser así, corrobore que haya tomado todas las precauciones posibles y razonables para evitar lesiones. 

Si su empresa es pequeña y usted tiene confianza en que comprende lo que implica, puede hacer la evaluación usted mismo (no hace falta que lo haga un experto en seguridad y salud). Si no se siente seguro, pida ayuda de una persona competente. 

Pero recuerde que es su responsabilidad asegurarse de que se haga de manera adecuada.

Los cinco pasos para la evaluación de riesgos: Identificar los peligros; Identificar quién puede sufrir los daños y de qué manera; Evaluar los riesgos identificados y decidir si las precauciones existentes son adecuadas o si deben tomarse más medidas; Registrar los hallazgos; Revisar la evaluación y hacer los ajustes que sean necesarios. 

La seguridad y la salud en el lugar de trabajo son responsabilidad de todas las personas, así que debemos tomarlas en serio. Contáctenos si tiene preguntas o si quiere presentar una queja. La información que nos proporcione será tratada como confidencial. Estamos aquí para ayudar. 

Puede llamar a nuestra línea directa, al 623-OSHA (6742) o al 299-0300 ext. 2163, o enviar un fax al 623-5905 o al 653-6563.

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