¡Felicidades graduados!
En estas fechas es común ver como los auditorios se llenan. Los jóvenes celebrando y padres orgullosos celebrando la graduación de sus hijos, sin importar si terminan su educación básica o si es una ceremonia de graduados terminando su maestría y doctorado. El sentimiento de satisfacción es el mismo.
Estos jóvenes han completado sus estudios, se sienten satisfechos pues su tenacidad y esfuerzo se ve reflejado en ese diploma o título, al igual que su capacidad para enfocarse y dedicarse a lograr una meta.
Estas son exactamente las mismas cualidades que caracterizan a los líderes, aquellos que son capaces de guiar a los demás con los que se relacionan para lograr un objetivo.
No hace mucho que en este país no se necesitaba más que un diploma de postsecundaria o bachillerato para garantizar un trabajo con buen sueldo, beneficios del sindicato de trabajadores, segúro médico, etc., que permitiera a los jóvenes empezar una carrera, comprar una casa y poder proveer para su familia.
Sin embargo las cosas han cambiado, la crisis económica mundial, la caída de la bolsa, las guerras en las que está envuelto el país, han llenado a los graduados de incertidumbre. Muchos jóvenes se preguntan si deben seguir estudiando para obtener un diploma universitario que les permita tener un espectro más amplio de oportunidad al momento de buscar un trabajo; o si deben enfocarse en una carrera corta de dos años, o alguna carrera de especialidad técnica, que les permita formar parte de la fuerza laboral de este país en un corto plazo y así poder comenzar a contribuir con los gastos de su casa, tal vez comenzar su propia familia.
Cualquiera que sea la decisión que tomen, no se deben dejar llevar por las noticias negativas de desempleo, falta de seguridad social, inestabilidad económica, y desanimarse.
Después de la gran depresión, de la Segunda Guerra Mundial, de la crisis del petróleo de los ochentas, etc., nos hemos dado cuenta que han sido las generaciones de jóvenes quienes se han encargado de enfrentar las crisis, pues cada generación anterior ha sabido adaptarse y sortear las dificultades que sean para lograr el éxito.
Esta nación ha salido adelante gracias a la energía, ingenuidad y optimismo de los jóvenes como los que se gradúan ahora. Y para todos aquellos que por una u otra razón dejaron sus estudios truncos, les digo que nunca es tarde para volver a la escuela, incluso hay quienes se han graduado de la universidad de la vida y han aplicado sus talentos en negocios propios que logran prosperar a niveles inimaginable.
Así que no te desanimes, sigue firme en tu propósito de alcanzar tus metas, concéntrate en ser un líder para tu familia, para tu comunidad y tu país. ¡Felicidades a todos los graduados, nuestros futuros líderes!
…Y recuerda que Dios te ama y yo también.
Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis Católica de Brownsville. Es consejero profesional y terapeuta familiar con licencias.
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