Columnas - Los Hechos

El vuelo del colibrí

  • Por: JOSE INÉS FIGUEROA VITELA
  • 24 MARZO 2025
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El vuelo del colibrí

Un nuevo rostro para el DIF Tamaulipas es un nuevo rostro para la sociedad desde sus sectores más sentidos y vulnerables.

Cuando los inicios de su gestión gubernamental, TOMÁS YARRINGTON, él decía que se debía dessacralizar la imagen del gobernante y en ese sentido se enfocaron sus afanes.

Animal político, hombre de sapiencia y cultura, sabía lo que debía hacerse; la intención no era para menos tras la gestión del místico MANUEL CAVAZOS LERMA.

Lo que TOMÁS aplicó como una fórmula ejecutiva y política, luego vino a ejercerla EUGENIO HERNANDEZ FLORES, sin mayores aspavientos.

La sencillez y el don de gentes se le dio al sucesor de manera natural, porque esa era su condición humana, no porque deviniera de algún manual o de la deducción a la hora de fijar las políticas públicas.

Vale la referencia, ahora que la doctora MARÍA DE VILLARREAL rindió su informe de gestión al frente del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia.

Un ejercicio que habla de liderazgo, en muchos frentes del oficio social institucional, pero que por sobre todo tiene constancia de la sensibilidad y disposición de ir al encuentro de los más necesitados, tenderles la mano, darle el abrazo, el aliento, el apoyo y el empuje para que salgan adelante.

A lo largo de los años, el Sistema DIF en Tamaulipas y en muchas otras localidades, fue percibido como un organismo asistencialista y burocrático, a menudo criticado por su falta de transparencia en la administración de recursos. 

No faltó la ocasión, en los últimos dos sexenios, en que la vieja regla no escrita entre políticos y retomada por los medios tradicionales, de hacer intocable a la familia del gobernante y al DIF de sus oficios, hubo de romperse a costa de excesos y convertir a la institución en coto de traapacerías. 

Se transformó en un espacio donde los fondos públicos se evaporaban en gastos corrientes, opacos, mientras las necesidades de los más vulnerables quedaban relegadas. 

Esa narrativa ha cambiado, en la ola de la transformación que alcanzó a Tamaulipas por mandato popular.

El segundo informe de actividades de la presidenta del Patronato del Sistema DIF Tamaulipas, la doctora MARIA DE VILLARREAL, no fue un mero acto formal para cumplir con la tradición.

Fue la confirmación de que la imagen del DIF ha evolucionado, ahora con un compromiso auténtico hacia aquellos que menos tienen y los discursos ya no se convierten en promesas vacías, sino son reflejo fiel de los reflejos cargados de restimonios.

En un evento lleno de emociones en el Teatro Amalia de Castillo Ledón, el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, apoyó a su esposa en la rendición de cuentas de un sistema, que hoy se define como humanista y accesible. 

Su mensaje fue claro: el DIF ha pasado de ser una entidad administrativa, a convertirse en un verdadero motor de cambio social, cuyos resultados saltan a la vista a lo largo y ancho de la geografía estatal.

Uno de los programas emblemáticos de esta nueva etapa, es Lazos del Bienestar, una estrategia destinada a atender a los grupos más desfavorecidos en áreas fundamentales como salud, educación y seguridad, eso que hace la diferencia en la calidad de vida de las personas. 

Esta iniciativa, deja claro que la visión de la doctora trasciende la mera entrega de apoyos; busca generar un impacto real y sostenible en la calidad de vida de los tamaulipecos.

Otro esfuerzo que ha cruzado fronteras es el programa Mensajeros de Paz, reconocido dentro y fuera del estado, por su habilidad para crear comunidad y fortalecer los lazos familiares. 

No se trata de un discurso vacío, sino de una estrategia que, a través del trabajo constante, ha demostrado que la mejor forma de asegurar la paz es enfrentando el abandono, la pobreza y la injusticia, con oportunidades y esperanza.

Las historias de éxito presentadas en el informe fueron numerosas pero, más allá de los números y las estadísticas, lo que se hizo evidente es que el DIF ahora tiene un rostro renovado, acorde, o como pieza clave, a la renovación integral del Estado. 

Ya no es un lugar donde se realiza el gasto por el simple hecho de hacerlo,  par cumplir un manual, una insstrucción, una tradición. 

Ahora es una institución que ofrece resultados concretos.

Ahí del Informe, el gobernador lo resumió en una frase: El vuelo del colibrí ha colmado de esperanza y ha traído bienestar a Tamaulipas. En este gobierno, el DIF dejó de ser una oficina más del aparato estatal para transformarse en un símbolo de cambio, cercanía y, sobre todo, sensibilidad social.

Porque lo que la doctora lo dejó claro en su segundo informe: es que Tamaulipas ya no es el mismo de antes. 

Hoy es un estado donde el cariño se traduce en políticas públicas, donde la asistencia social ya no es un trámite, sino un derecho, y donde el DIF cuenta, por fin, con un rostro verdaderamente humano.


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